Tras 11 años

Tras 11 años, comenzará el juicio por el derrumbe del boliche Beara mientras tocaba la banda de cumbia "Ráfaga"

El hecho ocurrió en 2010. Allí perdieron la vida dos mujeres y más de 50 personas resultaron heridas. Hay 18 acusados.

Lourdes Marchese
Lourdes Marchese lunes, 29 de noviembre de 2021 · 22:23 hs
Tras 11 años, comenzará el juicio por el derrumbe del boliche Beara mientras tocaba la banda de cumbia "Ráfaga"
Boliche Beara tras el derrumbe, en una noche en la que había actuado la banda musical de cumbia "Ráfaga"

Pasaron 11 años desde aquel fatídico hecho, cuando el 10 de septiembre de 2010, en el boliche Beara del barrio de Palermo, en la ciudad de Buenos Aires, los exintegrantes del grupo “Ráfaga” llevaban adelante un recital cuando el entrepiso del local colapsó y se derrumbó sobre la planta. Producto de ello fallecieron Ariana Beatriz Lizarriaga (21) y Paula Leticia Provedo (20) y dejó heridas a más de 50 personas.

Entre los implicados están los responsables del boliche y del local de al lado, Juan Carlos María Yun, Agustin Dobrila e Iván Andrés Fliess

A más de una década del suceso, el Tribunal Oral en lo Criminal 7 fijó fecha de inicio del juicio oral para el 14 de febrero de 2022. El debate se llevará adelante todos los lunes y miércoles ante los jueces Gabriel Vega, Gustavo Alterini y Alejandro Noceti Achaval y el fiscal Oscar Ciruzzi. 

Entre los implicados están los responsables del boliche y del local de al lado, Juan Carlos María Yun, Agustin Dobrila e Iván Andrés Fliess, socios en la empresa “El Viejo Sabio S.A.”, que explotaba comercialmente Beara y también el local “Caramel”. Los tres están acusados por los delitos de “homicidio culposo agravado por el número de víctimas en concurso ideal con lesiones culposas y leves y cohecho activo en concurso real”. Esa última imputación incluye el presunto pago de coimas de su parte para lograr la habilitación de Beara.

También deberán responder Leandro Camani y Matías Pantarotto, ambos gestores de “El Viejo Sabio” y que se ocuparon del trámite de habilitación y de los presuntos pagos, acusados por los mismos delitos que los socios. Asimismo el maestro mayor de obras Gustavo Amaru, quién dio el aval para la habilitación, está imputado por los homicidios y las lesiones así como también por el delito de “falsedad ideológica de documento público”. 

El co-organizador del recital de aquella noche, Maximiliano Fratino, está considerado entre los responsables por las muertes y heridos.

Por otra parte, el extitular de la Dirección General de Habilitaciones y Permisos del Gobierno de la Ciudad, Martín Diego Farrell, llega al debate acusado de los delitos de homicidio culposo agravado por el número de víctimas en concurso ideal con lesiones culposas y leves y cohecho pasivo en concurso real. Se trata del funcionario que intervino directamente en la habilitación.

El extitular le de la Dirección General de Habilitaciones y Permisos del Gobierno de la Ciudad, Martín Diego Farrell,

Con respecto al exdirector de Habilitaciones Especiales, Pablo Damián Saikauskas, los delitos únicamente alcanzan al local Beara. Misma situación enfrentan el exjefe del Departamento de Esparcimiento, Norberto Cassano; el arquitecto responsable de Verificaciones y Habilitaciones, Isaac Rasdolsky, y el inspector del Área de Esparcimiento, Carlos Gabriel Mustapich. 

En otro orden, la exdirectora de Fiscalización y Control del Gobierno de la Ciudad, Vanesa Ileana Berkowski, está acusada por el delito de “incumplimiento de deberes de funcionario público”, por no haber fiscalizado la situación.

La exdirectora de Fiscalización y Control del Gobierno de la Ciudad,Vanesa Ileana Berkowski, al lado de Horacio Rodríguez Larreta

El encargado de Beara, Agustín De Gracia quien le pagaba a los policías las coimas, está imputado como partícipe de cohecho activo. En tanto el comisario de la Policía Federal Argentina Rodolfo Cabezas, y los integrantes de esa fuerza Gustavo Flaminio, Luis Acosta y Julio González fueron considerados responsables por los delitos de “homicidio culposo agravado por el número de víctimas; lesiones culposas graves y leves; y cohecho pasivo”. De acuerdo a la acusación, los cuatro recibieron sobornos mensuales entre 2007 y 2010 por parte de los dueños de los locales Beara y Caramel.

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