Precios congelados: la insólita diferencia entre el AMBA y las provincias y los problemas para controlar
La lista de más de 1.400 productos tiene diferencias entre los valores de las provincias y los del Gran Buenos Aires. Hay casos en que en el interior cuestan más del 30% más cada producto. Problemas para controlar.
La disposición nacional que busca congelar los precios de más de 1.400 productos tiene varias particularidades. Además de no haber sido un "acuerdo", hay una disparidad de precios enorme entre las provincias y en casi todos los rubros quien sale ganando es la Ciudad de Buenos Aires y la Provincia homónima, pues los precios fijados son más económicos en esa zona. Incluso ocurre con productos regionales, como algunos vinos que son más baratos en el AMBA que en Mendoza, la zona de producción.
Pero además, hay productos básicos, como algunas leches, que no están disponibles en todos los distritos.
La otra duda es quién controlará: la resolución de la Secretaría de Comercio Interior deja el tema en manos de un organismo nacional, como el área de Defensa de los Consumidores. Pero esas reparticiones son provinciales y por eso solicitaron ayuda a los intendentes; pero por ahora solo del oficialismo y de Buenos Aires.
Canasta diferenciada
La lista de precios difundida ayer tiene los valores "tope" que supuestamente se deben respetar en cada rubro. Y se diferencian por provincia. Ahí hay mucha disparidad y diferencias de hasta el 30% en algunos precios según el lugar donde se adquieran.
Por tomar algunos ejemplos, un paquete de fideos Canale de medio kilo, en CABA está fijado en 47,50 pesos, mientras que el mismo producto en Mendoza costará 50,15 pesos. Un paquete de arroz Gallo de un kilo en CABA tiene un precio de 150,10 pesos; pero en Mendoza sale 161,28 pesos. Un paquete de arroz largo fino sin TAC marca máximo en la Ciudad de Buenos Aires cuesta 109,35; en Mendoza 142; es decir más de un 30% más caro.
Los yogures, leches y otros productos básicos también tienen diferencia. Un yogurt individual marca Ilolay en Buenos Aires cuesta 51 pesos, y en Mendoza 54. Las lentejas se consiguen a 76 pesos en el AMBA, y a 81 en las provincias como Mendoza. La leche larga vida Tregar cuesta en CABA $75,80 y en Mendoza $79,95. La leche fresca marca Armonía $57,70 en Buenos Aires y $60,90 en Mendoza. Si alguien quiere comprar leche La Serenísima dentro del programa, se puede quedar con las ganas. Es que figura solo el precio congelado para la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires ($80), no para Mendoza.
Una excusa puede ser el flete, que cuesta más caro. Pero no debe ser lo único. Los vinos y espumantes producidos en Mendoza, cuestan más caros en su lugar de origen que en CABA. Una botella de Champagne Brut Nature Nieto Senetiner tiene un precio de $744,31 en esa ciudad. Pero en Mendoza sale $765,30. El vino malbec Los Árboles, cuesta $3 más en su lugar de producción que al borde del Río de la Plata.
Otro producto básico como el aceite tiene una diferencia marcada. Una botella de Aceite Girasol Cocinero 1,5lt cuesta $220,70 en CABA y $232,90 en Mendoza. La yerba mate también tiene diferencia que superan los $20 por paquete.
Sin control
Los controles están en duda. El Gobierno nacional busca usar la "fuerza militante" que puedan presentar los intendentes del oficialismo. Por eso bajó línea en la provincia de Buenos Aires. En Mendoza, como otros distritos opositores, hay otra realidad. Ocurre, además, que los mandatarios como Rodolfo Suarez no están de acuerdo con la medida. Pero además no tienen capacidad de respuesta. "Encomiéndase a la SUBSECRETARÍA DE ACCIONES PARA LA DEFENSA DE LAS Y LOS CONSUMIDORES, la resolución de las medidas y mecanismos eficaces para la ejecución de la presente medida", dice la resolución oficial del Gobierno Nacional.
Defensa del Consumidor tiene inspectores y los municipios también. Pero el volumen de precios a controlar es enorme.
En otros momentos los intendentes oficialistas de Mendoza han controlado, junto con militantes, los programas de precios, como "Precios Cuidados" y "Precios Máximos". En este caso, no se sabe qué ocurrirá.