Política partidaria con el dolor y la urgencia del covid

La pandemia puso a prueba y en situación extrema a todos los gobiernos del mundo. La política sanitaria y los trastornos económicos globales a consecuencia de la lucha contra el covid han involucrado y tensado; y lo continúan haciendo las relaciones entre poder y ciudadanos.

Aun en países tranquilos y de buena calidad de vida, como Holanda, se plantean duras protestas por el reiterado confinamiento. El deterioro económico se hace sentir y la lucha por la provisión de las todavía escasas vacunas atraviesa el planeta y afecta hasta a las naciones de mayor desarrollo. La desventura requiere de la mejor gestión pública y de una responsabilidad política superior.

Nuevamente, en nuestro país el aprovechamiento indebido por parte de organizaciones ultrakirchneristas ligadas al oficialismo, se hacen presentes en medio de la crisis sanitaria.

La Campora y otros dos grupos de pertenencia peronista convocan a ciudadanos a vacunarse. Lo que es y debería ser una perfecta planificación logística y médica por parte del Estado, y que por su dimensión e importancia es de muy difícil implementación, es usufructuado con supino pragmatismo e irresponsabilidad por La Cámpora y otros militantes para hacer política con algo de máximo valor: la salud humana.

Falta de límites y disposición a lo que sea, aún en situaciones complejas en extremo y que requieren de un sistema perfecto en su implementación y que, como se aprecia, le acarrea problemas aún a los estados más prósperos del mundo. Eso no interesa en el vale todo del ejercicio  del poder por parte de La Cámpora y sus apéndices menores.