Docentes

¿Cuál es el trasfondo de la alta conflictividad entre el gobierno y el Sute?

El Gobierno se vio obligado por la Justicia a reabrir paritarias, pero no discutirá aumentos salariales para este año y ese escenario se repetiría en 2021. Ya está definido que el sistema que se aplicará para el próximo ciclo lectivo será bimodal y eso anticipa que habrá más tensión.

Marcelo Arce
Marcelo Arce miércoles, 11 de noviembre de 2020 · 06:32 hs
¿Cuál es el trasfondo de la alta conflictividad entre el gobierno y el Sute?
Foto: ALF PONCE MERCADO / MDZ

El nivel de tensión entre el gremio docente de Mendoza y el gobierno de Rodolfo Suarez alcanzó niveles extraordinarios justo sobre el final del particular ciclo lectivo que está a punto de finalizar. Sin embargo, lo que se avecina, es una conflictividad aún mayor que amenaza el próximo arranque de clases que se dará bajo un sistema que, sin dudas, serán mucho más complejo que el actual.

Este martes el Director General de Escuelas endureció su discurso, luego de que el SUTE decidiera cuestionar el regreso en un puñado de escuelas de las clases presenciales. A decir verdad, el gremio volvió sobre sus pasos en algunos de los cuestionamientos que había disparado y aclaró que, en realidad, no estaban en contra de la vuelta de los alumnos a las aulas. Sino que objetaban que la medida no se haya avisado con  el debido tiempo y de manera formal.

La aclaración no valió para que José Thomas descargara su malestar, precisamente, en el día que tras casi ocho meses unos 300 estudiantes de escuelas técnicas regresaban a los colegios. "Hay que diferenciar lo que están haciendo los docentes de lo que hace el sindicato, ya que los maestros están manteniendo vivo el sistema en todos lados. Los sindicatos que nacieron en este país para construir, hoy son una máquina de impedir. En el último mes y medio lo han demostrado. No he escuchado una sola propuesta positiva”, le dijo a Sebastián Henríquez, el líder gremial docente.

El trasfondo de la disputa, por ahora, no está en el regreso a las aulas. Sino que está centrado en la discusión paritaria que, por orden de la Justicia, Suarez está obligado a dar.

No fueron todas buenas noticias las que dio el gobernador en la extensa conferencia de prensa que brindó el lunes, cuando anunció el fin de muchas restricciones en el marco de la pandemia. También, porque se lo preguntaron, confirmó que el gobierno reabrirá paritarias con el SUTE luego de haberlas clausurado cuando arrancó el problema del coronavirus, Pero en simultáneo con la confirmación de que cumplirá la orden judicial, aclaró que no discutirá en ese ámbito aumentos salariales para los docentes e hizo extensiva esa negativa al resto de los empleados públicos.

“Vamos a encarar esta negociación con mucho diálogo, pero también pedimos comprensión”, dijo. Y siguió, a modo de un largo lamento: “Yo me remito a que no hemos podido pagar el aguinaldos, que los hemos pagado en cuotas. La Justicia nos ha ordenado abrir paritarias, con lo cual nosotros por ley vamos a convocarlas. Pero con todas las cuentas y todos los números: esto es lo que hay. No podemos emitir monedas, tampoco cuasimonedas porque la ayuda que recibimos de la Nación nos ha impedido hacerlo, la Argentina está fuera de los capitales del mundo. Vamos a hacer todo el esfuerzo posible de acuerdo a la recaudación. Pero quiero decirle a los docentes y a los empleados públicos que estamos viviendo en un país con inflación y con una macroeconomía que no funciona y la situación se agudizó con la pandemia. Vamos a acatar la decisión judicial, pero también pido solidaridad”.

Está claro que la decisión política es no otorgar aumentos salariales en 2020, bajo el argumento de los problemas de caja. Ahora bien: ¿Qué sucederá en 2021? Por el momento, nada hacer prever que el gobierno tenga en carpeta discutir subas tampoco.

Ante este escenario un problema grave se presenta en el horizonte cercano. Ya está definido que el sistema que se aplicará desde el comienzo del ciclo lectivo para el año que viene será bimodal, o sea, que algunos alumnos volverán a las aulas y otros seguirán con las clases desde sus casas. Desde lo operativo, poner en marcha esto, será mucho más complejo que todo lo que se debió hacer este año. Cómo se hará para no recargar a los docentes que, además, muy posiblemente no verán reflejada esa carga en el bolsillo, son las claves para entender que el futuro inmediato de la educación en Mendoza estará cargado, nuevamente, de una alta dosis de conflictividad entre el gobierno y el gremio.

Archivado en