Ya se fue el PD

El síntoma que amenaza la continuidad del frente Cambia Mendoza

Aunque se minimice el impacto que puede tener la partida del PD del frente de gobierno, ha servido para revelar debilidades que no se han atendido en la alianza que conduce la provincia desde el 2015. Hay muchos socios disconformes y nadie se encarga de escuchar y atender sus reclamos.

Mariano Bustos
Mariano Bustos domingo, 1 de noviembre de 2020 · 07:07 hs
El síntoma que amenaza la continuidad del frente Cambia Mendoza

Dentro de los argumentos del PD para dar un paso al costado y dejar el frente Cambia Mendoza se esconden los reclamos que han venido expresando de forma calcada otros espacios que integran la alianza de gobierno. El problema que tiene Rodolfo Suarez es que carece de un armador que abroquele a los integrantes que amenazan con seguir los pasos de los gansos. Aunque la salida del PD parezca menor, es un síntoma de la enfermedad que afecta a todo el espacio.

"La alianza no pasó de ser un acuerdo meramente electoral. No obstante los reclamos, no se hicieron reuniones del frente ganador, ni se cumplió con el programa de gobierno y de transparencia institucional que habíamos firmado los partidos fundadores de la alianza", manifiestan desde el PD a la hora de justificar el portazo. Ese mismo diagnóstico realizan puertas adentro integrantes de otros partidos del oficialismo.

El presidente del PD, Roberto Ajo.

El enojo por la falta de participación se suma dos factores que combinados fomentan las posibles escisiones dentro de Cambia Mendoza. Una es el armado de listas y la poca participación que le daría la UCR a los aliados. "Ya se habla de Cornejo candidato a senador acompañado por María José Sanz y Cobos candidato a diputado nacional. Todos radicales", cuestionan dentro de la alianza. Eso podría solucionarse en unas PASO compitiendo todos dentro del mismo espacio, pero allí es donde surge el segundo ítem: la debilidad del PJ. 

Las terceras fuerzas se ilusionan con una mala elección del kirchnerismo en Mendoza y se animan a plantearse la posibilidad de derrotar a la potencial candidata del peronismo, Anabel Fernández Sagasti. Es decir, ven posible que los votos en la provincia se dividan entre el oficialismo y una tercera fuerza, dejando detrás al PJ. 

Es un escenario arriesgado pero la apuesta parece ser tentadora. Así como el PD armó las valijas, otros partidos están incómodos en el oficialismo y no se preocupan en ocultarlo. Allí entran las especulaciones de un frente que contenga a peronistas alejados del kirchnerismo, exdemócratas y algún radical descontento. Incluso hasta los exProtectora podrían confluir allí. Aún son solo ideas, pero las conversaciones existen. 

La debilidad que ha quedado al descubierto en el oficialismo es que ya no hay un interlocutor que se encargue de escuchar los reclamos de los socios del frente Cambia Mendoza. Hasta las elecciones del año pasado fue el propio Alfredo Cornejo el encargado de articular soluciones a los conflictos y apaciguar a los aliados más rebeldes.

Pero hoy en día la situación es diferente y el gobierno carece de un armador que vea la forma de lograr una convivencia armónica. Y son muchos los partidos que reclaman mayor participación en la toma de decisiones, espacios en el Ejecutivo o mayor acompañamiento legislativo. Algunos, como el diputado Jorge Difonso, no esconden sus críticas y los chispazos se hacen públicos en las sesiones de la Cámara Baja. Lo mismo pasaba con la diputada del PD Mercedes Llano, quien desde el sábado está fuera de Cambia Mendoza.

Las quejas contra la UCR son similares en el massismo, el PRO, la Coalición Cívica, Libres del Sur y el resto de los partidos que integran el gobierno. La rosca recién comienza y aún falta mucho para las elecciones, sin embargo el juego ya comenzó.