El duro camino hacia las elecciones
Macri y Cornejo, una relación que está en "cuarto intermedio"
Los dos procuran poner "plata en el bolsillo" de la gente para enfrentar la crisis y mejorar sus chances electorales. Pero el impacto en la coparticipación federal de las medidas nacionales podría ser motivo de nuevos recelos. Un informe del Ministerio del Interior dice que la mayor recaudación compensará buena parte de las pérdidas. Sin embargo, el Gobierno provincial no está convencido de que el pronóstico sea certero.
A dos días del inicio de un mes clave en materia electoral, los empleados del Estado provincial se encontrarán en el cajero con el depósito de sueldos más altos que los que cobraron el último mes.
Un combo de decisiones políticas nacionales y provinciales los va a favorecer (en mayor medida que a los privados) con "más plata en el bolsillo", el operativo montado para enfrentar otra tormenta inflacionaria y que, en poco tiempo, se sabrá si repercute o no de algún modo en las urnas.
Ocurrirá el 30 de agosto. Antes de los comicios en los que se elegirán intendentes en cuatro departamentos mendocinos y, lo que es más importante, en el comienzo del mes en que los mendocinos votarán al próximo gobernador. Ese día entrarán en vigencia el nuevo piso para el mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias y la devolución de aportes personales.
Por caso, los empleados públicos provinciales dejarán de pagar temporalmente el 11 por ciento que erogan a la caja previsional y eso representará, en los sueldos de hasta 60.000 pesos, hasta 2.000 pesos más en la cuenta. Estas medidas las dispuso Mauricio Macri para atenuar el golpe de la última devaluación.
A la par, los empleados públicos provinciales recibirán entre 2.2 y 2.3 por ciento de aumento salarial en concepto de la "cláusula gatillo" (los sueldos se incrementan al ritmo de la inflación oficial) que acordó el gobierno de Alfredo Cornejo con los gremios estatales.
El gobierno de Cornejo ha confirmado que no existen problemas financieros en la provincia para aplicar la cláusula gatillo hasta fin de año. También ha puesto en valor los subsidios nacionales que dispuso Macri para aliviar y tratar de cambiar el humor de la clase media en el duro camino a las elecciones generales de octubre.
Macri y Cornejo son, puede decirse, socios eventuales en el operativo "dinero en el bolsillo". Aunque este vínculo no deje de ser una relación compleja, llena de matices y dificultades.
Esta semana se notó esa ambivalencia. Mendoza evitó sumarse al coro de quejas y amenazas que montaron las provincias gobernadas por el peronismo. Pero, a la vez, no descartó reclamos en el futuro.
Los gobernadores justicialistas apuraron un pedido de compensación por los efectos negativos que, se espera, tendrán en la coparticipación federal y las regalías petroleras las medidas de Macri. Hasta amenazaron con demandas judiciales.
Pero el Gobierno provincial no acompañó esos planteos. "Hay que tener prudencia y cautela, porque no se sabe cuál va a ser la pérdida real", contrastaron en el Poder Ejecutivo mendocino.
La ministra de Hacienda, Paula Allasino, participó el miércoles de una reunión de la Comisión Federal de Impuestos que se hizo para evaluar este tema. En ese encuentro, el Ministerio del Interior distribuyó un informe que apuntaba a minimizar el impacto fiscal que tendrán las medidas oficiales en las provincias.
El informe en cuestión dice que el hueco en las finanzas provinciales no excederá el 0.2 por ciento, ya que el recorte de coparticipación federal se va a compensar a futuro con un aumento de la recaudación, debido a la mejora en el consumo que producirá.
Según estos números, para Mendoza, que recibe casi 62.000 millones de pesos de coparticipación federal al año, la disminución en la coparticipación será de apenas 134 millones. De acuerdo con las cuentas del Ministerio de Interior, a la Provincia le recortarán 1.250 millones, pero recibirá por la vía de la mayor recaudación, 1.115 millones extra.
Mendoza va a sufrir un impacto adicional, que es el de la menor recaudación por regalías petroleras que generará el congelamiento del precio de los combustibles. Serán entre 5 y 6 millones de dólares más. O sea, unos 340 millones de pesos como máximo.
En consecuencia, la Provincia terminaría perdiendo cerca de 500 millones de pesos en total.
Si así fuera, no habría quejas de Mendoza. El problema es que el gobierno mendocino no está convencido de que las cifras que dio la Nación se vayan a cumplir. Por cautela, el Poder Ejecutivo no convalidó que la cuenta entre pérdidas y ganancias vaya a dar un saldo apenas negativo. "No tenemos la capacidad de hacer esa proyección", reconocieron en el Gobierno provincial.
Se valoró más, en cambio, una "puerta de diálogo" que abrió esta semana el Ministerio del Interior con las provincias, para ir midiendo el impacto real de las medidas y, en caso de que haya pérdidas, evaluar algunos mecanismo de compensación.
"Ahora estamos en una especie de cuarto intermedio", se dijo este viernes en el Gobierno provincial. No hubo pronunciamientos a favor ni en contra de Macri por los recortes de coparticipación. Pero no fue un detalle que el candidato a gobernador Rodolfo Suarez no descartara que la Provincia pueda hacer más adelante un reclamo administrativo o legal por las pérdidas.
Ese "cuarto intermedio" también sirve para pintar el estado de la relación política entre Macri y Cornejo. El Gobierno provincial es socio del presidente en las medidas de emergencia, pero también podría convertirse en su enemigo, si el daño que provocan en las cuentas es importante. Así están las cosas después de la PASO nacional y cerca de los cruciales comicios provinciales de setiembre.
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