Cómo resolverá Suarez su plan para hacer obras y mejorar la economía

Ese tuit de Rodolfo Suarez del jueves temprano a la mañana, terminó por confirmar al elenco de ministros que tendrán a su cargo la gestión de la provincia dentro de quince días y, por sobre otras cosas, quienes quedarán a cargo de dos áreas clave que serán el motor de la futura administración radical: la obra pública y el desarrollo de la economía.

Mario Isgró se quedará con el manejo del primero de estos dos desafíos. Y , a decir verdad, su ascenso político fue más que vertiginoso. Hace solo cinco años, este arquitecto y urbanista se desarrollaba en la actividad privada hasta que un día se acercó a Suarez y le entregó un libro de la década del cuarenta en donde se analizaba un ambicioso plan de desarrollo urbano de la ciudad de Mendoza para aquellos años.

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“Fijate que desde 1941 Mendoza no tiene un plan de desarrollo urbano y es lo que hace falta”, le dijo Isgró a Suarez en 2014. Algo prendió en aquél momento y poco tiempo después, cuando el mismo Suarez ganó la intendencia en 2015, terminó convocando a ese intrépido profesional para trabajar en la secretaría de Planificación de Capital.

Un presupuesto propio acotado para obras de infraestructura será lo que dominará seguramente la gestión de Isgró en el arranque. Y además afrontará otro problema. Si Suarez mostró como intendente una cara de hacedor, fue porque Mauricio Macri contribuyó (y mucho) con recursos nacionales para remodelar calles y plazas. 

Las dudas ya comenzaron a aparecer acerca de cómo será ese aporte de recursos en el gobierno de Alberto Fernández.

En la transición, el gobierno provincial actual y el que viene todavía no logran cerrar los números del proyecto de ley de Presupuesto 2020 que se espera, a más tardar, llegue a la Legislatura durante los primeros días de diciembre.

Lo que domina para el cierre de la pauta de gastos provincial es la incertidumbre. A nivel país hay muy poca información de cómo será la economía el año que viene, se menciona la alternativa de modificaciones impositivas importantes que terminarían afectando la coparticipación federal y no está claro cuáles serán las referencias del dólar o de la inflación que se deberían tomar en cuenta para trazar los gastos para el año próximo. 

Con este escenario por delante, Isgró tiene tres ejes trazados.

Por su cabeza rondan una reformulación del IPV para hacer más eficiente la construcción de viviendas, sostener el programa para la refacción de escuelas y encarar un par de proyectos para la ampliación de los hospitales Notti y Ghailac. El resto de los proyectos, deberán esperar a las definiciones presupuestarias que todavía no se encuentran.

Enrique Vaquié volverá a sentarse por tercera vez en un sillón ministerial de la Casa de Gobierno para intentar desarrollar, esta vez, el plan de Suarez en materia económica y energética.

Vaquie trabajó en las administraciones de Roberto Iglesias y en el arranque del gobierno de Alfredo Cornejo y fue uno de los responsables de los equipos técnicos de la última campaña del oficialismo.

Ahora deberá trabajar en dos ideas fuertes para el mediano y largo plazo: desarrollar tanto Vaca Muerta como la minería, para usarlos de motores para generar trabajo y riqueza.

Su  retorno al Poder Ejecutivo había despertado algunas dudas. ¿Cómo iba a hacer el principal redactor de la ley 7722 hace más de diez años (como fue Vaquié) para poner en marcha la minería a gran escala en la provincia y avanzar (como propone Suarez) con la derogación de la ley minera?

La respuesta a este interrogante se supo el mismo día en que el gobernador electo hizo público el nombre de su ministro de Economia y Energía por Twitter. "Hay una infinidad de cambios entre aquella época y ahora. En ese momento hubo cateos en el Valle de Uco por parte de una empresa que lo hacía sin autorización y no se cumplían normativas provinciales. Hoy, las empresas entienden que si se quiere hacer minería se tiene que hacer cumpliendo las normas. Algo que en ese momento no se respetaba. Asimismo hoy tenemos un Estado que funciona acorde a lo que un Estado tiene que tener y se pueden dar garantías respecto a los controles necesarios", justificó su cambio.

El camino que se elegirá para modificar a futuro la ley antiminera después del intento fallido de esta semana en la Legislatura es todavía incierto. Es muy probable que Suarez vuelva a la carga para sacar las modificaciones tratando de juntar los votos de los legisladores del PJ que se oponen. Pero el futuro gobierno sabe que se expone otra vez a un fracaso.

Se ha visto: la opción de rechazar la minería le ha dado en los últimos tiempos una bandera política a un sector de la clase dirigente. Y eso es lo que, a futuro, se pretende evitar.

En la cabeza de Vaquié ronda la idea de retomar el camino de la mesa del diálogo minero que se inició en 2016, que derivó en un documento un año después y que apuntó, en definitiva, a intentar elaborar un proyecto de ley consensuado.

De la decisión política de Suarez dependerá si se retoma o no este camino, que quedó cortado tras la salida de Vaquié del gobierno de Cornejo, o se insistirá por forzar otra vez el debate en la Legislatura.

En el corto plazo, en materia económica, la nueva administración tendrá dos objetivos. Uno de ellos será avanzar en otra de las promesas electorales como fue la creación de un banco provincial. Pero también se apostará a la emergencia.

Ante un panorama muy difícil a nivel económico nacional que se espera para los próximos dos años al menos, está en elaboración una ley de empleo para garantizar que , si la crisis se profundiza, el impacto sea menor en el trabajo mendocino. Y si la situación mejora, permitir que los que no tengan trabajo lo consigan de manera más rápida.

Vaca Muerta es la otra apuesta. Atado a medidas nacionales (vinculadas a la quita de los subsidios al gas) el desarrollo de los yacimientos de shale en el sur de la provincia son el objetivo prioritario. Suarez entiende que la provincia deberá ser más agresiva en cuanto a la atracción de grandes inversores internacionales y sobre todo de Texas, en EE. UU.

En cuestiones vinculadas a las políticas del petróleo y quienes las llevarán adelante, algo sucedió esta semana y antes de que todos los involucrados asuman sus funciones.

Vaquié objetó la designación de Martín Kerchner como representante de Mendoza en el directorio de YPF. Se sabe desde hace años que la relación entre ambos no es buena, pero Suarez priorizó sus acuerdos políticos con Cornejo antes de ponerle el oído al reclamo de su futuro ministro.

Para el próximo gobierno, una obra será clave para el desarrollo a futuro: Portezuelo del Viento. La obra no comenzará hasta finales del 2020 y será un engranaje clave para la producción en el Sur. Pero con un efecto arrastre sobre el resto de la provincia, seguramente. Se calcula que serán más de 11.000 los puestos de trabajo que se requerirán y además la construcción de esa represa generará un impulso a otras industrias como la metalmecánica, por ejemplo.

Pero hay un dato más importante. Cuando la obra esté concluida (se calcula que demorará unos cinco años al menos) el producido de la generación eléctrica quedará en manos de la provincia y esos recursos serán destinados a un fideicomiso que servirá para financiar otros diques. Es decir, si los objetivos se cumplen, Mendoza contará con un fondeo propio para encarar este tipo de obras a futuro.