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El gallinero amarillo

La situación surgida dentro del PRO en Mendoza lo coloca dentro del mismo grupo de partidos a los que pretendía superar con "nuevos aires".
Foto: Pachy Reynoso/MDZ
Foto: Pachy Reynoso/MDZ

Luego de hacerse público el conflicto interno, con denuncia penal incluida, el revuelo dentro del PRO toma ebullición y promete, cual partido tradicional, una sucesión in crescendo de egoísmos y apetencias personales por encima de la necesaria y verdadera actitud de servicio requerida por los ciudadanos y la dura realidad provincial y nacional.

Tras bambalinas, algunos allegados al PRO y dirigentes del tradicional Partido Demócrata, se solazan y comparten definiciones: "Ahora los tienen ustedes; diviértanse mientras los hacen trizas internamente. Ya nos pasó a nosotros". Se referían fundamentalmente al exganso de formación populista y actual intendente de Luján y presidente del PRO, Omar de Marchi. Algunos también hacían alusión expresa al diputado Pablo Priore, también exdemócrata y actor diario en el conventillo de dimes y diretes insulso y descalificador.

El sector que responde a Susana Balbo no duda en vincular la maniobra de apartamiento de miembros propios de la lista acordada y certificada por escribano público, hecho que califican de delictual, con un consentimiento tácito de De Marchi y con una acción directa del expresidente del partido Gustavo Cairo. Prácticamente han quedado en minoría y con escasa o casi nula participación en la toma de decisiones.

En voz ya no tan baja, apuntan directamente al intendente y a Sebastián García De Luca, viceministro del Interior, que fue quien, junto a Emilio Monzó, construyó la alianza con la UCR en la pasada elección. De Luca auspicia al intendente lujanino e incluso ya lo perfila como el único candidato a gobernador por el PRO, que podría incluso disputar una interna en el frente Cambiemos.

Esta pelea sorda, anticipada y difícil de entender, también va reposicionando a los dirigentes en el orden nacional (donde también hay dura pelea interna). La diputada Susana Balbo trabaja cercana al gobernador Cornejo y sus ministros de Hacienda y Economía, y en la Capital se ha acercado a " los amarillos puros" que lideran Marcos Peña, Rodriguez Larreta y María Eugenia Vidal y que han juntado
numerosos legisladores nacionales, funcionarios y militantes en todo el país.

Enfrente de los "PRO puros", como ellos se definen, se ubica el "sector político" referenciado en el Ministerio del Interior -Rogelio Frigerio- y en el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación -Emilio Monzó-, con apoyo de Alfonso Prat Gay.

Esta interna en el orden nacional también va en aumento y se perfila intensa y duradera.

En la provincia, al haberse efectuado una denuncia penal, las negociaciones internas conciliadoras o de superación de la pelea permanente, tienen ahora un condicionarte insuperable; no se puede obviar la investigación de un fiscal. Delicias del "cambio" de algunos dirigentes, que nada cambiaron de la
vieja política.