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Kicillof: "Nadie está exento de un default"

En una entrevista concedida al diario Página/12, el ministro de Economía habló de los fondos buitres, a la dolarización y al futuro de la industria.
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“La cuestión de los fondos buitre condensa temas centrales de la historia argentina como la soberanía o la dependencia. Al mismo tiempo se trata de una cuestión financiera, donde hay un grupo económico muy poderoso cuyo mejor argumento es presentarse como simples acreedores, incluso jubilados”, dice Axel Kicillof, ministro de Economía de la Nación, en una entrevista concedida a Horacio Verbitsky y publicada hoy en el diario porteño Página/12.

El funcionario nacional se refirió en esta charla a los fondos buitres, a la dolarización y al futuro de la industria, respecto de lo cual dijo: “En estos doce años se ha recuperado mucho ese tejido industrial, miles y miles de empresas han nacido al calor de los programas del gobierno para reindustrializar al país. Queda mucho por hacer por un mal endémico de la reindustrialización de los países periféricos, que vos señalaste. Se puede trabajar muy fuerte para que nazcan empresas en sectores como el textil, que había desaparecido en la Argentina, o en el sector plástico”.

En un diálogo entre lo pedagógico y lo técnico sobre los aspectos de la economía tratados, el ministro nacional dejó frases como las siguientes:

Es una lucha de David contra Goliat, la Argentina contra el sistema financiero internacional, en su versión más deleznable. El default de 2001 fue la máxima expresión y el resultado de la política de endeudamiento que se aplicó en el país y en el mundo. Lo que ocurre hoy en Grecia permite ver cómo llevan a los países a endeudarse cada vez más, con un objetivo que no es cobrar.

Cuando se acerca un vencimiento de deuda y un país no tiene los dólares, está obligado a pedir no que le presten más sino que le presten a los acreedores para no ir al default, y con cada nuevo empréstito, llegan las condiciones. Para aprobar un nuevo crédito nos daban una lista de lo que había que privatizar. Hoy recuperamos YPF y Aerolíneas Argentinas, que se privatizaron por mandato del FMI.

Mientras continúen las premisas, objetivos y principios que planteó este proyecto, no importa que no ocupe el Ministerio. Lo central es la receta que planteó Néstor, que primero es crecer para poder pagar. Eso nos llevó al éxito y es lo contrario de lo que se había hecho durante mucho tiempo. Y cuando estábamos muy cerquita de arreglar en forma definitiva el default más grande de la historia de la humanidad, aparece el fallo a favor de los buitres.

El gran triunfo de la presidenta, el gran éxito que ha tenido esta política es que por reducción al absurdo logramos denunciar este escándalo a escala internacional y atraer la atención de todos los países, mostrándoles el espejo de su porvenir. Nadie está exento de un default.

Desde el golpe de estado del ’76 hasta 2003, cuando llega Néstor Kirchner, la agenda fue la de la desindustrialización. Todos los planes económicos, en buena medida dictados por los centros financieros internacionales, nos llevaban a la reprimarización y a la financierización de una Argentina sin producción. Eso dejó a nuestro tejido industrial muy débil, muy vulnerable.

Se necesita un liderazgo del Estado para reindustrializar pero tiene que ser un liderazgo inteligente y acompañado por un sector privado que tenga esa voluntad de sustituir algunas importaciones, que invierta más y con sentido nacional.

El problema de la industria automotriz en cierta manera está resuelto con algunas líneas nuevas. Por ejemplo, las nuevas camionetas 4x4 enormes que se fabrican ahora en la Argentina permiten trabajar con las empresas y condicionarlas para que haya mayor integración. En los modelos viejos las cartas están echadas, parte se produce en Brasil, parte en la Argentina y es un trabajo de todos los días obligar a que traigan más producción nacional.

La entrevista completa se puede leer en la versión digital de hoy de Página/12.