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El miedo de Cristóbal López a "La Cámpora" y la línea de Radio 10 y C5N

Se enteró del rumor de que dirigentes de esa agrupación "cristinista" le propusieron a la Presidente que estatice el juego. Hace dos semanas se supo que Marcelo Longobardi firmó por otros dos años al frente de la primera mañana de Radio 10, el espacio más político de la emisora. López "no quiere ser ni CN23 ni TN", aseguran cerca suyo.
Foto: Nacho Gaffuri / MDZ
Foto: Nacho Gaffuri / MDZ

En Twitter: @villalongaj

Marcelo Longobardi, el conductor de la primera mañana de Radio 10, firmó contrato hasta finales de 2014 para continuar a cargo de ese segmento de la programación en la emisora de mayor audiencia de la Argentina.

Según informaron a gacetamercantil.com fuentes del grupo de medios que Daniel Hadad le vendió a Cristóbal López, la continuidad de Longobardi al frente del espacio más político de Radio 10 y la decisión de poner al frente del grupo de medios a Alfredo González Luengo, un periodista de Comodoro Rivadavia, son dos caras de una misma moneda.

"Cristóbal le tiene miedo a 'La Cámpora', por eso decidió comprar Radio 10 y C5N, para defenderse", aseguró un empresario que lo conoce desde hace tres lustros. La fuente admitió que le llegó a López el rumor de que dirigentes de 'La Cámpora' le habrían llevado a la presidente Cristina Kirchner un proyecto de estatización del juego que afectaría a su segunda línea de negocios (la primera ya es el petróleo).

Longobardi fue protagonista de un sonado incidente en la pantalla de C5N: recientemente le levantaron el programa semanal que conduce mientras entrevistaba al ex jefe de Gabinete, Alberto Fernández, alguien a quien Cristina no se priva de denostar aunque por ahora en privado.

No es difícil imaginar cómo le habrá caído a la primera mandataria que uno de los mejores amigos –y según muchos, socio– de su esposo, haya elegido mantener algunos aspectos de la línea editorial que llevaba adelante Hadad.

En rigor, más que la continuidad de la línea de Hadad, que se caracterizó por el más absoluto pragmatismo aunque con tendencia al seguidismo, la gestión de los operadores de López en Radio 10 y C5N deberá caracterizarse en el futuro por la moderación, lo que supone ir alejándose de algunas posturas extremas que mantiene el Gobierno, en particular las de los dirigentes "neocamporistas".

En las últimas semanas viene llamando la atención la postura de los conductores y columnistas de la radio y la señal de noticias, que a veces muestran actitudes francamente hostiles hacia el Gobierno nacional.

La palabra "moderación" obliga a torcer la mirada hacia otros dirigentes dentro del propio oficialismo, por ejemplo hacia el gobernador Daniel Scioli. Fabián de Souza, ahora mano derecha de Cristóbal López y socio minoritario en sus negocios en medios, fue protagonista de una anécdota que puede resultar gráfica. En un encuentro que mantenía con el director del ANSES, Diego Bossio, éste comenzó a criticar duramente a Scioli por alguno de los cortocircuitos que ha mantenido con el kirchnerismo en los últimos años. Aún vivía Néstor Kirchner. En un momento, y ante la virulencia de las quejas, De Souza lo cortó en seco al funcionario y le dijo: "Diego, no digas eso, Daniel es el futuro".

López siempre rechazó que se lo considerara un "empresario K", aunque es inocultable su crecimiento patrimonial de la mano del fallecido ex presidente. Ahora no quiere saber nada con que se lo considere un "hombre de Cristina".

De Souza tiene trato habitual con Scioli y, como algunos conspicuos dirigentes del oficialismo, ha profundizado ese vínculo en los últimos tiempos, cuando arrecian las presiones políticas desde la Casa Rosada, tanto a través del vicegobernador Gabriel Mariotto como de José Ottavis, el vicepresidente de la Cámara baja bonaerense. López también mantiene diálogo con Alberto Fernández, que volvió a caminar el país porque considera que lo favorece el actual clima de incertidumbre económica.

En el negocio del juego, López avanzó hacia la provincia de Buenos Aires este año con la compra de algunos bingos, movida que alertó a los dirigentes de "La Cámpora" sobre las intenciones del empresario.

Paradojas de la vida, o no tanto, Cristóbal López terminaría coincidiendo con Hadad, que siempre estuvo cerca del gobernador.

Lo que explica este reacomodamiento es uno mayor, en el plano político, que anticipa batallas por venir. En efecto, el sector "empresario" de "La Cámpora" (o económico, si se quiere), representado por el viceministro de Economía, Axel Kicillof y sus colaboradores, no para de avanzar sobre lo que la propia presidente Cristina Kirchner ha señalado como estratégico, el sector de la energía. Lo hicieron hace una semana cuando Juan Manuel Abud y Paula Español, dos "kicillofistas", se hicieron cargo de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (CAMMESA). También han avanzado sobre el comercio exterior: Español era la segunda de Beatriz Paglieri en la secretaría respectiva en el Palacio de Hacienda. Y hace quince días los jóvenes K se hicieron cargo de Exportar, la fundación creada por la Cancillería y Economía para fomentar las ventas argentinas al exterior.

El planteo es sencillo: hay que controlar el mercado energético y el flujo de importaciones y exportaciones para sortear la crisis externa que afecta ya al país pero lo hará mucho más gravemente si no se toman estas medidas. Más allá de la impericia en la toma de decisiones, y en la torpeza al comunicar esas decisiones, lo que impacta severamente en la cuestión de las expectativas como se está viendo con el dólar, el objetivo primordial, equivocado o no, es ese.

Y para controlar estos dos "grifos" la Presidente solo confía en el equipo de Kicillof, que no da abasto para todo, lo cual queda patente por el hecho de que debe “desvestir un santo para vestir a otro” como lo refleja el caso de Español, que no puede ser cortada por la mitad para que se quede con Paglieri y ocupe la gerencia financiera de CAMMESA.

Pero "La Cámpora" tiene otra rama, la que lideran Andrés "Cuervo" Larroque y José Ottavis, diputado nacional y provincial, respectivamente, pero con llegada a Cristina y poder real en el armado político. Esta "rama política" de la agrupación es la que coordina además el trabajo barrial, la que "mete los pies en el barro", como le gusta decir a uno de sus dirigentes. No es que exista una división tajante entre unos y otros, pero los roles están diferenciados. "Para hacer política hacen falta las dos cosas", apuntan desde "La Cámpora" con notable pragmatismo.
El avance de los Kicillof y los Larroque en un escenario de incertidumbre preanuncia que la Presidente optó por la salida "dura". Y tiene como contrapartida el lento abroquelamiento de los sectores del peronismo que ven la llegada de una nueva oportunidad. El ex jefe de Gabinete Alberto Fernández comenzó a recorrer el país otra vez con un cartel de "piloto de tormentas" con el que aspira a recoger a los heridos del peronismo, los que no tienen lugar en el panteón del "cristinismo" porque, o no son gobernadores o no son legisladores nacionales del FpV. Es decir, porque no hacen falta. Son muchos y Fernández se presenta como un "fundador" del kirchnerismo pero "experto", incapaz de llevar adelante un gobierno con tamaño grado de ineptitud, sostiene. El ex segundo de Néstor Kirchner les “vende” a sus interlocutores –lo hizo la semana pasada en Mendoza– que con él tienen una “oportunidad”, la de sumarse a un proyecto que complete lo iniciado por el primer kirchnerismo en contra de esta “desviación” de Cristina y sus Kicillofs. Fernández propone moderación donde existe crispación. Lo mismo que postula Daniel Scioli. O Mauricio Macri. Creen percibir que se canceló el tiempo de los enfrentamientos.

Director de Gaceta Mercantil