Se agrava el conflicto entre Fayad y los ferroviarios por la apertura de una calle
Trabajadores de ALL realizaron piquetes por un nuevo intento de la Capital para abrir una arteria en el predio de la vieja estación de trenes. Desde el municipio insisten en que tienen autorización, pero la Provincia dice que no es así.

Cuatro piquetes sobre la calle Perú en una hora pico provocó caos en el tránsito. ¿La causa? El enojo de los empleados de América Latina Logística por la intención de la Municipalidad de Capital en insistir con la apertura de una calle que atraviesa los terrenos de la vieja estación.
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Cuando tres máquinas topadoras avanzaron esta mañana sobre el muro ubicado en Perú, la bronca movilizó a los ferroviarios que trabajan en los talleres de la empresa que tiene la concesión para el transporte de carga. Los empleados de ALL no sólo entorpecieron el avance de las máquinas, también decidieron en el acto tomar medidas de fuerza para protestar por lo que consideran un atropello por parte del intendente Víctor Fayad.
Así, quemaron gomas en cuatro esquinas céntricas y aledañas a la vieja estación, que provocaron el desorden vehicular, obligando a la policía y a la municipalidad a un plan de emergencia en una hora ya de por sí complicada para el tránsito.
El reclamo de los trabajadores –que dicen contar con el apoyo de ALL- no sólo se fundamenta en que si las topadoras avanzan arrasarán los talleres donde reparan las locomotoras. También le recuerdan a Fayad la intención del Gobierno nacional de traer el tren de pasajeros de vuelta a la provincia.
El contrapunto: la habilitación
Pero donde las razones chocan con más contradicción aún es en la habilitación para abrir la calle que conectaría Perú y Godoy Cruz con Tiburcio Benegas por parte de los organismos propietarios de esos terrenos.
“Esto es patrimonio del Estado nacional”, aseguran los empleados, para destacar a continuación que “va en contra del proyecto que anunció la presidenta para el tren de pasajeros. No puede cortar las vías si quiere una calle”.
Por su parte, la Municipalidad de Capital ha emitido un comunicado en el que aclara, precisamente, que tiene la autorización del Organismo Nacional de Administración de Bienes –ONABE- para continuar con las obras. Según el comunicado oficial, “no tiene objeciones a la apertura de la citada arteria, ya que la misma está en consonancia con el proyecto urbanístico aprobado por el municipio y que garantiza la operatividad ferroviaria”, según palabras de Fernando Suárez, titular del organismo administrador nacional.
El problema parece alcanzar un grado superlativo a partir de la intervención de la provincia, pues según los enviados del Gobierno de Celso Jaque, “la municipalidad no tiene una orden de la Administradora de Estructura Ferroviaria –ADIF-“, otro organismo de índole nacional y que sería, en la actualidad, el encargado de velar por estos predios, de acuerdo con los funcionarios del Ejecutivo.
"Con topadoras no se logra consenso"
Así las cosas, el conflicto se agrava a partir de que el gremio de los ferroviarios decidiera recurrir a la Justicia.
“Se van a hacer presentaciones judiciales por el daño visible que ha hecho la municipalidad y el gremio presentará un recurso de amparo para frenar la conducta del intendente”, explicó Luis Sagrado, representante legal del sindicato.
A esto se suma la intervención de la Provincia en el conflicto. Funcionarios de la Secretaría de Medio Ambiente, que dirige Guillermo Carmona, hablaron con los trabajadores mientras el denso humo de las cubiertas todavía estaba en el aire y los policías miraban expectantes.
“Vamos a propiciar una reunión con el Ministro de Gobierno, Mario Adaro, para lograr un acuerdo, porque con la topadora no vamos a llegar a ningún consenso”, remarcó Diego Fernández, de Medio Ambiente. Esta reunión buscarían propiciarla para mañana, en la que estarán citadas las dos partes.
Sin embargo, el rol del Gobierno provincial no será el de simple mediador, ya que también la Provincia tiene sus planes para el predio de la vieja estación de ferrocarriles. Por eso, el funcionario también adelantó que “tenemos una propuesta para ordenar esta zona y pensamos que lo principal desde siempre es que tiene que ir el tren”, sintetizó Fernández, para luego comentar que lo segundo es el medio ambiente y después del desarrollo inmobialiario de la zona.
Por el momento, los trabajadores de ALL ya saben qué van a realizar mañana, si las topadoras pisan fuerte sobre el muro ya derribado. Primero, vallarán el ingreso abierto y, si es necesario, interpondrían locomotoras para frenar el avance de Víctor Fayad.
Pero donde las razones chocan con más contradicción aún es en la habilitación para abrir la calle que conectaría Perú y Godoy Cruz con Tiburcio Benegas por parte de los organismos propietarios de esos terrenos.
“Esto es patrimonio del Estado nacional”, aseguran los empleados, para destacar a continuación que “va en contra del proyecto que anunció la presidenta para el tren de pasajeros. No puede cortar las vías si quiere una calle”.
Por su parte, la Municipalidad de Capital ha emitido un comunicado en el que aclara, precisamente, que tiene la autorización del Organismo Nacional de Administración de Bienes –ONABE- para continuar con las obras. Según el comunicado oficial, “no tiene objeciones a la apertura de la citada arteria, ya que la misma está en consonancia con el proyecto urbanístico aprobado por el municipio y que garantiza la operatividad ferroviaria”, según palabras de Fernando Suárez, titular del organismo administrador nacional.
El problema parece alcanzar un grado superlativo a partir de la intervención de la provincia, pues según los enviados del Gobierno de Celso Jaque, “la municipalidad no tiene una orden de la Administradora de Estructura Ferroviaria –ADIF-“, otro organismo de índole nacional y que sería, en la actualidad, el encargado de velar por estos predios, de acuerdo con los funcionarios del Ejecutivo.
"Con topadoras no se logra consenso"
Así las cosas, el conflicto se agrava a partir de que el gremio de los ferroviarios decidiera recurrir a la Justicia.
“Se van a hacer presentaciones judiciales por el daño visible que ha hecho la municipalidad y el gremio presentará un recurso de amparo para frenar la conducta del intendente”, explicó Luis Sagrado, representante legal del sindicato.
A esto se suma la intervención de la Provincia en el conflicto. Funcionarios de la Secretaría de Medio Ambiente, que dirige Guillermo Carmona, hablaron con los trabajadores mientras el denso humo de las cubiertas todavía estaba en el aire y los policías miraban expectantes.
“Vamos a propiciar una reunión con el Ministro de Gobierno, Mario Adaro, para lograr un acuerdo, porque con la topadora no vamos a llegar a ningún consenso”, remarcó Diego Fernández, de Medio Ambiente. Esta reunión buscarían propiciarla para mañana, en la que estarán citadas las dos partes.
Sin embargo, el rol del Gobierno provincial no será el de simple mediador, ya que también la Provincia tiene sus planes para el predio de la vieja estación de ferrocarriles. Por eso, el funcionario también adelantó que “tenemos una propuesta para ordenar esta zona y pensamos que lo principal desde siempre es que tiene que ir el tren”, sintetizó Fernández, para luego comentar que lo segundo es el medio ambiente y después del desarrollo inmobialiario de la zona.
Por el momento, los trabajadores de ALL ya saben qué van a realizar mañana, si las topadoras pisan fuerte sobre el muro ya derribado. Primero, vallarán el ingreso abierto y, si es necesario, interpondrían locomotoras para frenar el avance de Víctor Fayad.