Casos clave

Planificó el crimen de sus padres y un detalle delató su macabro plan

Aunque aún no está condenado, la Justicia argentina no tiene dudas y, hasta el momento, es el presunto autor del doble parricidio. El crimen fue uno de los más impactantes de 2022.

MDZ Policiales
MDZ Policiales domingo, 1 de enero de 2023 · 10:00 hs
Planificó el crimen de sus padres y un detalle delató su macabro plan
Las víctimas del brutal crimen

"Sí, ¿cómo estás? Mirá… La mucama de mis padres me está diciendo que hay un problema en la casa de ellos. Que mis padres están muertos en el garaje, dice. Recién me acaba de llamar". Con ese llamado al 911, el 25 de agosto pasado comenzaba la intervención policial en uno de los casos del año, el doble crimen de Vicente López en el que, pese a que planificó todo, desvió la investigación y descartó evidencia, Martín Del Rio terminó detenido como presunto autor del parricidio de sus padres.

El garaje de una imponente mansión de tres plantas ubicada en la calle Melo 1101 de Vicente López fue la escena del crimen. José Enrique Del Rio (75), abogado, expolicía y comerciante, yacía en el asiento del acompañante de su automóvil Mercedes Benz E350 con tres disparos: uno en la región cervical derecha, otro en la región intercostal izquierda y el último, en el muslo izquierdo.

A su lado, en el asiento del conductor, su esposa María Mercedes Alonso (72) tenía un único balazo, efectuado a menos de 50 centímetros de su rostro, que le ingresó por la zona superior de la ceja derecha y le produjo el estallido del globo ocular y una lesión que le causó la muerte en acto.

Una de las balas "impactó" sobre un almohadón del living.

Ambas víctimas tenían abrigos y el cinturón de seguridad puestos, como si estuvieran preparadas para salir. El asesino los ejecutó desde el asiento trasero, con una pistola calibre 9 milímetros. Había cajas embaladas en toda la vivienda y el entorno declaró que el matrimonio estaba a punto de mudarse a un lujoso departamento del edificio Chateau Libertador del barrio porteño de Núñez. Después, se supo que era otra mentira y que el hijo menor no había podido comprar ese inmueble.

Por el alto perfil y la complejidad del caso, se decidió conformar un equipo especial de tres fiscales para la investigación: a Martín Gómez se le sumaron Marcela Semería y Alejandro Musso, dos de sus colegas en Vicente López.

La primera sospechosa

María Ninfa "Nina" Aquino, la empleada que hace 12 años trabajaba con el matrimonio Del Rio, de inmediato se transformó en sospechosa. Primero porque desde que llegó a la casona, tardó más de dos horas en descubrir los cuerpos en el garaje, después porque no notó el desorden que el asesino había ocasionado en algunos ambientes y hasta les entregó a los investigadores un casquillo de bala que dijo haber encontrado en el living, producto de un disparo que se había hecho en una almohadón.

Pero fue el menor de los hijos, Martín Del Rio, quien terminó de incriminar a "Nina" cuando le dijo a los fiscales que una foto que hallaron borrada en el celular de la mujer correspondía a una billetera que era una "reliquia familiar" donde su madre guardaba la llave de la caja de seguridad de la casa, que había sido vaciada. Después se supo que todo eso era un invento y que era una carterita marca "Prüne" común y corriente que su patrona le había regalado.

María Ninfa "Nina" Aquino.

La empleada terminó presa acusada de ser la "entregadora" del hecho, los fiscales comenzaron a investigar quién pudo ser el o los autores materiales y allí apareció la figura que terminó de darle un vuelco a la causa: "el caminante encapuchado".

Una cámara de seguridad captó llegar y salir de las inmediaciones de la escena del crimen a un hombre cubierto con gorra, barbijo y la capucha de un buzo azul. El sospechoso llegó a las 17.33 del 24 de agosto y salió una hora más tarde. En ese lapso, ejecutó a las víctimas, montó la escena y salió con otro abrigo gris colocado sobre el buzo y cargando una bolsa en la que se cree que allí se llevó el arma homicida y el DVR con las grabaciones de las cámaras de seguridad de la propia casa de las víctimas.

Aparte de lo inusual del abrigo para ese día, a los fiscales les llamó la atención un detalle: se trataba de la forma de caminar zigzagueante y con un aparente defecto en la pierna izquierda del sospechoso.

Según fuentes policiales de la investigación, fue la fiscal Semería quien en una de las veces que Martín Del Rio fue a la fiscalía a ampliar su declaración testimonial, les dijo a sus colegas Musso y Gómez: "¿Notaron cómo camina el hijo menor? Levanta las rodillas igual que el caminante de los videos". El ojo de la fiscal no falló. Lo declararon en la causa: a Del Rio le dicen "Pato" o "Pati" desde chico por su forma de caminar.

Momentos clave

El 7 de septiembre, el juez de la causa liberó por falta de pruebas a la empleada "Nina" y esa misma noche, a pedido del equipo fiscal, ordenó la detención de Martín Del Rio como supuesto autor de un doble homicidio cuádruplemente calificado. Toda su coartada para el día del crimen tambaleó y lo incriminó la prueba tecnológica, las testimoniales y sus mentiras.

La supuesta mudanza al Chateau Libertador que las víctimas creían que iba a realizarse el día en que los asesinaron era una farsa. El día del crimen, Del Rio dejó estacionada su camioneta Mercedes Benz en Núñez, a metros de donde las cámaras captaron la partida y luego la llegada del "caminante encapuchado" que caminó ida y vuelta las 30 cuadras que separan ese sitio y la casa de sus padres.

Dijo que esa tarde del 24 de agosto se quedó contestando mensajes con su celular en el auto, pero se descubrió que solo dejó "vivo" (encendido) el teléfono pero "muerto" (sin actividad), en lo que los fiscales creen fue un intento para situarse lejos de la escena. Su hermano mayor, su suegro y hasta la mujer con la que Del Rio mantenía una relación extramatrimonial, entre otros testigos, lo identificaron en los videos como "el caminante encapuchado".

Martín del Rio.

Seis días antes del doble crimen, Del Rio ensayó con ella el mismo camino desde Núñez a Vicente López. Y más videos lo confirmaron. En su auto se halló un control remoto que abre la puerta del garaje de la casona y se cree que era el que pertenecía a su padre y también una bolsa con el logo de la inmobiliaria "Remax" idéntica a la que el sospechoso portaba al salir de la escena del crimen.

A su vez, quedó filmado en un departamento de la calle Virrey Arredondo al 2400 de Colegiales que pertenecía a su suegro y él usaba de oficina, donde, según la fiscalía, fue a bañarse después del crimen y a descartar evidencia.

Pese a que Del Rio negó su participación en el parricidio en sus dos declaraciones indagatorias y en un par de cartas que escribió estando preso, para los fiscales, el juez de la causa y la Cámara de San Isidro, la prueba fue suficiente para dictarle la prisión preventiva. ¿El móvil? Económico. Para la fiscalía, durante la pandemia el imputado provocó en todos los negocios familiares vinculados a la compra, venta y el alquiler de garajes y otras propiedades una "debacle financiera" que al ser descubierta por sus padres iba a ser que lo dejaran "en la calle".

Archivado en