#Wok

El voto indeciso ya cotiza mucho más que el dólar

En el #Wok de hoy: El amplio lote de indecisos, desencantados o enojados con todo y todos, les quita el sueño a los  precandidatos y sus jefes de campaña + Son los que pueden definir su futuro y el del país con un voto pensado hasta el último minuto + Sin embargo, quienes más alto rankean, recurren a la peor estrategia: querer captar ese preciado voto apelando al miedo, ya sea aludiendo a una vuelta al pasado o a que el ajuste se seguirá profundizando.

sábado, 20 de julio de 2019 · 12:10 hs

[ Maridaje / Musicaliza esta columna Orcastratum con Wizdoom ]

Difícil seducir al inasible electorado en estos días de receso escolar para algunos y vacaciones de invierno para otros tantos. Con una amplia oferta de espectáculos para los chicos y tanques de Hollywood para volver al cine y dejar descansar a Netflix un rato. Todo este introito para decir que sobran opciones para hacerse el distraído con las elecciones que se vienen, con esas millonarias PASO que habrá que sortear para llegar a la definición "en serio".

Pero también, convengamos, no hay en el discurso de los candidatos algo que amerite ponerle pausa a las demás alternativas y escucharlos a ellos con mayor atención. ¿Qué propuesta tienen, más allá de la chicana ad hoc o las frases grandilocuentes de campaña que omiten más que lo dicen?

Nada de esto es casual. Cualquiera de los Duranes Barbas detrás de los aspirantes al trono mayor, podrían certificar que ya fue eso de atiborrar al votante con promesas, planes y cualquier otra variante que suponga proponer ideas. No. La seducción (ponele) debe limitarse a apelar al poco o mucho carisma que tengan, a dejar flotando un par de ideas-fuerza que resuman la campaña (no un plan, no un programa) y, sobre todo, un simbólico tiro a la frente del opositor para dejar en claro que el otro es el enemigo. El mal.

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La paradoja es que aquella "herencia recibida" de la que hablaba -y habla- el macrismo en referencia a lo que dejó el kirchnerismo, como un búmeran envenenado ahora es también el principal argumento de la dupla Fernández-Fernández. Unos y otros, aseguran, no hicieron y hacen más porque el antecesor dejó un zafarrancho al que hay que arreglar primero antes de hacer lo que hay que hacer.

Con esta visión estrecha, perdida en un loop insoportable, se torna imposible avanzar, crecer. Dar el salto.

Convenceme a diez

Todos aseguran saber cuál es el camino, la salida, la solución, pero el votante sigue en el mismo lugar. En realidad, peor. En este cuadro de situación, ¿tan difícil resulta entender que haya tantos indecisos cuidando su preciada decisión?

Esos outsiders de la grieta representan un voto calificado al que todos miran con cariño. Y a ellos, les habló Macri desde Mendoza. "Este es un año bisagra para ir hacia el futuro o volver al pasado", resumió el Presidente y como una suerte de fórmula que destierre toda indecisión, les pidió a los partidarios de Juntos por el Cambio salir a convencer a 10 personas que estén dudando sobre a qué espacio votar el 11 de agosto en las PASO nacionales.

Otro tanto hizo Alfredo Cornejo. En el mismo acto del Bustelo, el gobernador pidió el apoyo de los indecisos y a ellos les apuntó. “Queremos hablarles a los que tienen dudas, queremos convencerlos”, dijo el jefe del radicalismo, y le agregó el toque estratégico de alarma: "No podemos permitir transformarnos en Venezuela. Ya sabemos lo que hicieron en esos años (en referencia al periplo K)”.

Alberto Fernández se hizo eco del pedido de Macri y él también les habló/retó a los que no decidieron el voto: "Les pido a los indecisos que no vuelvan a equivocarse... Si quieren votar a un presidente ajustador, voten a Macri, a mí no", azuzó el exjefe de Gabinete y les pidió "a los argentinos que están enojados que me den la oportunidad de confiar una vez más en el peronismo porque el espacio ha aprendido".

Captar a los desilusionados, a los que no tienen el voto comprometido por históricas lealtades, es hoy por hoy la principal estrategia de cada binomio presidencial. En la frenética danza de los números, dubitativos mediante, cada bunker maneja porcentajes que muestran un escenario con poco margen de diferencia entre macristas y fernandistas, lo que encamina la contienda hacia un casi seguro balotaje.

Pienso, luego voto 

Según Valentín Nabel, director de Opinaia, "nuestros sondeos dan que hay un 14% de indecisos a nivel nacional. Son aquellos que rechazan a los dos lados de la grieta. Es que estamos ante dos modelos, dos estilos muy distintos. Representan más un estilo que un proyecto o una ideología. Desde principios de año hasta ahora no hubo grandes variaciones en cuanto al número de indecisos".

En la mesa chica de los candidatos, ese porcentaje es bastante más alto. En el oficialismo barajan entre un 28 y un 40% de indecisos, pero saben que en ese bloque entran tanto aquellos que aún no definen su voto como los que por cautela no están dispuestos a blanquearlo en una encuesta.

Para el consultor Enrique Zuleta Puceiro, el lote de indecisos está entre el 20 y el 30%. El mendocino habla de votos "de oportunidad, estratégicos", no de pertenencia ni convicción ideológica o partidaria. Considera que eso ocurre porque no se trata de votos de pertenencia ni de convicción sino de votos de oportunidad, acaso estratégicos. Desde esa falta de identificación con los candidatos, lo sintetiza así: “Antes eran radicales o peronistas, ahora es ‘ellos o nosotros’”.

Lo cierto es que un escenario marcado por la polarización entre Juntos por el Cambio (Mauricio Macri-Miguel Pichetto) y el Frente de Todos (Alberto Fernández-Cristina Fernández) y una brecha entre ambos que no es irremontable, los indecisos juegan un rol clave para inclinar la balanza a un lado o al otro de la grieta.

Desde el territorio de los encuestadores, consultores y rubros aledaños, consideran que definir el perfil de un indeciso es cada vez más complicado porque hay personas que no responden encuestas de ningún tipo.

El voto en blanco, otro fantasma ineludible para todos los contendientes, está en un 8%, pero son estimaciones que fluctúan todo el tiempo, especialmente en un contexto donde al sensible humor social lo puede alterar desde un nuevo aumento de la nafta, los vaivenes del dólar o la suba de la luz o el gas.

La mala imagen de Cristina y de Macri, la desconfianza en la fuerza real de los otros candidatos, más la crisis económica que no cede y las mutuas herencias a la vista, abonan el terreno para que desencantados, enojados y hasta ni-ni, suban la cotización de su preciado voto y sean quienes definan los próximos cuatro años de la Argentina.

Encuesta

¿Todavía estás indeciso por quién votarás en las próximas elecciones?

#Solapa

Decir presente. Hacer futuro, de Facundo Manes (Planeta, 280 páginas, $599)

  • Este libro-brújula es un trabajo en el que Manes traza las coordenadas que delimitan un territorio fértil en el que es posible crecer y avanzar más allá de las individualidades para apostar por el bienestar general. Para lograrlo, plantea el reconocido neurocientífico, es imprescindible un nuevo clima de época que esté ligado al valor transformador que tiene el conocimiento. Un camino que deje atrás el modelo de una sociedad que reacciona a la mera coyuntura, que improvisa o que prueba recetas ajenas sin considerar la propia realidad. Desde su óptica, ciencia, educación, tecnología y producción, deben ser parte de una imprescindible revolución para escapar de esa trampa de un destino de crisis que siempre se nos aparece como inevitable.  
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#ElResaltador

Lo que debería cobrar un superhéroe

  • "Los salarios bajos de los docentes son un problema en muchos países del mundo. La profesión está desvalorizada. Es cierto que el incentivo económico es necesario. Un médico que va a la universidad y se capacita constantemente, como yo lo hago como maestro, gana el triple. Es difícil decir cuánto debería ganar un docente. Pero así sean 100 dólares o 4000, nunca hay que perder la pasión y el compromiso. Hay maestros que hacen un trabajo enorme. Que son superhéroes en sus comunidades. El Estado debería pagar millones por cada uno de ellos".

[ Peter Tabichi, ganador del Global Teacher Prize 2019 al mejor maestro del mundo, en La Nación ]

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#ALaCabeza

  • La política del futuro, charla TED a cargo de Julia Pomares. Doctora en Ciencia Política, magíster en Política Comparada y en Métodos de Investigación y actual directora ejecutiva de CIPPEC, Pomares analiza cuál es la organización global que necesitamos los argentinos para resolver los desafíos cada vez más globales que hay que enfrentar; como también qué rol van a jugar las empresas y los gobiernos en función de cómo la sociedad toma decisiones.

#Tuiteado