Polémica

Spielberg, los servicios de streaming y un enojo engañoso

El reconocido director apuntó contra las películas que se estrenan a través de servicios de streaming tras los Oscar. ¿Qué defiende realmente y qué podría cambiar en el futuro?

miércoles, 6 de marzo de 2019 · 11:32 hs

El archifamoso director Steven Spielberg reabrió esta semana el cansino debate cine versus servicios de streaming, que además de anacrónico parece, a estas alturas, completamente agotado. Claro que, al tratarse del cineasta que nos trajo joyas como E.T., Indiana Jones, Tiburón y un larguísimo etcétera, por más agotado que esté el debate sus enojadas declaraciones tras los Oscar conseguidos por Netflix fueron replicadas a nivel mundial.

"Cada vez más cineastas permitirán que las empresas de video on demand financien sus películas con la promesa de una pequeña ventana cinematográfica durante una semana para que puedan optar por los Oscar u otros premios", se quejó Spielberg, luego de que surgieran rumores de que Netflix había gastado 50 millones de dólares en la promoción de Roma. "Una vez que te comprometes con un formato de televisión, eres una película de televisión. Ciertamente, si es un buen espectáculo, mereces un Emmy, pero no un Oscar. No creo que las películas a las que solo se les otorguen calificaciones simbólicas en un par de cines por menos de una semana deban calificar para la nominación al Premio de la Academia", completó su ataque el cineasta.

Los dichos de Spielberg podrían transformarse en más que simples declaraciones. Según adelantaron algunos sitios especializados, el mes próximo se espera que el director presente su caso durante la Junta de Gobernadores de la Academia, y exija que sólo se considere para los Oscar a las películas que fueron presentadas en cines durante al menos un mes antes de ser distribuidas en otros formatos.

¿Qué defiende Spielberg? No está muy claro. si nos guiamos por sus dichos acerca de que las películas estrenadas en los servicios de streaming deberían competir por premios televisivos, pareciera ser que defiende la pureza del cine. Pero eso no es posible. ¿Quién en su sano juicio niega que Roma, La balada de Buster Scruggs o Manchester by the sea sean buenas películas? ¿Quién puede decir que no son cine? Si bien no todos los largometrajes producidos por Netflix o Amazon tienen el nivel de esos ejemplos, tampoco todas las películas estrenadas en las salas son La lista de Schindler. O sea, no es un problema de calidad.

Lo que parece estar intentando salvar Spielberg son, exactamente, las salas mismas. El mes pasado, el director español Pedro Almodóvar se quejó muy públicamente de que el público español no parece interesado por el cine español, lo que hacía que cada vez hubiera menos cines en ese país. El debate que le siguió a sus dichos llevó rápidamente a la cuestión que estamos tratando: ¿el hecho de que la gente vea los estrenos en su casa hace que vayan menos al cine? Uno de los que se opuso a esta posibilidad fue Álex de la Iglesia, quien celebró que cada vez sea más fácil elegir qué ver, cuándo verlo y de qué manera. Esto enfureció a más de un purista, lo que resulta extraño. ¿Acaso no es mejor que exista más cine, más visiones, más historias? La forma de distribución de las películas debería estar pensada para que la película en cuestión alcance la mayor cantidad de público posible, algo que parece pasar con los servicios de streaming.

Las quejas de Spielberg parecen más destinadas a defender a los estudios y a las grandes compañías de distribución que al cine en sí, y ni hablar de a los espectadores. Si vamos al caso de Argentina, ir al cine es una actividad cada vez más restrictiva. A la oferta de películas más o menos menguante se le suma que las buenas producciones no pasan mucho tiempo en cartel, y -cada vez más- no se respeta su lenguaje original, si no que son proyectadas en versiones dobladas. El problema real es que los espectadores, acostumbrados al cine on demand, son cada vez más difíciles de complacer. Que saquen a las producciones de Netflix de los Oscar no va a cambiar eso, ni va a revivir a una industria que sigue luchando por adaptarse a las nuevas costumbres y tecnologías.

Por lo pronto, Netflix se prepara para estrenar la que será probablemente la película más comentada del año, The irishman, dirigida por Martin Scorcesse y protagonizada por Robert De Niro y Al Pacino. ¿Acaso la Academia, que este año premió a como mejor película un film cuyo mayor mérito había sido ser exitoso en la taquilla, va a ignorarla? Dudoso, por más críticas que reciba la manera en la que es distribuida.