Vitivinicultura

El fondo anticíclico marcha... aunque algo a destiempo

De las tres herramientas iniciales para asistir al sector vitivinícola por ahora solo comenzó la compra de uva para mosto. El resto arrancará pronto, pero el sistema estará a pleno recién en abril, casi finalizada la cosecha.

miércoles, 27 de marzo de 2019 · 09:26 hs

Aunque algo más lenta que el año pasado, la cosecha de uva marcha firme en Mendoza. Lo que no avanza al mismo ritmo es el Fondo Anticíclico Vitivinícola (FAV) aprobado el mes pasado, que de momento ha activado solo una de sus tres herramientas iniciales.

En una primera etapa el sistema apoyo estatal preveía activar un operativo de compra de uva para mosto ($450 millones), un incentivo de $3 por litro de vino de color que las bodegas inmovilicen para exportación ($200 millones), y un bono fiscal de $2 por litro para ayudar a mejorar la competitividad del sector vitivinícola en el exterior ($200 millones).

De momento, sin embargo, solo está activa la compra de uva y se espera que las otras dos herramientas entren en acción en abril.

Mientras bodegueros exportadores perciben la brisa de cola de un dólar en alza durante las últimas semanas la demora en la implementación integral del FAV preocupa a los productores ya que sus efectos se harán sentir recién sobre el final de la cosecha de uva común, que comenzó hace menos de dos semanas.

De todos modos, por lo pronto, los viñateros que están colocando su uva en las bodegas que ganaron la licitación oficial para la elaboración de mosto respiran porque el precio oficial que se pagar por kilo está un 35% por sobre el valor de mercado: $5,50 contra $4.

Ahora bien, algunos reclaman por lo rígido de una de las condiciones de compra, que es que el producto tenga un mínimo de 225 gr de azúcar por kilo en el camión. La dispersión de madurez entre los distintos cuarteles, un error de medición por parte del enólogo en la finca o factores climáticos en plena cosecha podrían arrojar un nivel más bajo una vez que el producto se mide en bodega, lo cual puede generar (y ha generado ya algunos) roces entre productores y compradores ya que el Gobierno no pagará producción por debajo de esa condición.

Los viñateros proponen, como medida inmediata, que se haga un promedio de grado de azúcar para garantizarse que toda su producción comprometida llegará a buen puerto con el “operativo mosto”.

Por otra parte, los productores que están fuera de la operatoria esperaban que se activaran los bloqueos de stock y el resto de las herramientas para sacar vino de mercado y permitir una mejora en el precio de la uva aunque no llegara hasta el precio “oficial”.

Se espera que las tres herramientas del fondo anticíclico entren en plena actividad en abril.

Se estima que los primeros días de abril entren en funcionamiento los atractivos para el bloqueo de vino para exportación y los beneficios fiscales para los envíos al exterior, pero para entonces la cosecha estaría casi completa y una eventual mejora en el precio de la uva sería en vano con viñas “peladas”.

Una herramienta legal que podría haber dado algo de previsibilidad era la flamante ley de contratos de compraventa de uva. Hasta esta semana la Bolsa de Comercio había registrado 202 precontratos y 73 contratos... pero solo unos 7 tenían el precio fijado. La reglamentación de la norma permite a las partes “dejar en blanco” esa parte del acuerdo hasta principios de mayo, por lo que la gran mayoría de las operaciones se han hecho con esta modalidad.

En síntesis: por ahora el fondo anticíclico alivia al sector con una primavera en pleno otoño, pero habrá que esperar al invierno a ver cómo resultó el primer paso del plan de estabilización a cuatro años.