Opinión

Democracia joven que camina fuerte: a 36 años del triunfo de Alfonsín, del triunfo de Argentina

Se cumplen 36 años del triunfo de Alfonsín, el inició el periodo más largo de continuidad democrática de nuestra historia. 

miércoles, 30 de octubre de 2019 · 15:34 hs

Hoy es un día muy especial para la ciudadanía argentina y para quienes llevamos en el alma la vocación política y social como eje de vida y ejemplo cotidiano.

Cuando se repasa la historia, fácilmente podemos ver que vivimos más de medio siglo con democracias a medias, inestables, limitadas por el inminente terror de que alguna minoría o sector estuviera disconforme con cada paso que se daba, y en el transcurso una sociedad que continuaba sin lograr apropiarse de la democracia no tan sólo como forma de organizar un Estado, sino como forma de vida que es más importante. Nos pasaron muchas cosas a los argentinos; quizás debimos aprender de las peores formas todo lo que significa la palabra “democracia” y por qué es tan necesario su resguardo, respeto y constante mejoramiento. Mantener a la ciudadanía alejada de la democracia tuvo nefastas consecuencias sobre ésta. Se quebrantaron las voluntades populares y debimos someternos a la voluntad de distintos grupos de poder de facto, lo que nos hizo vulnerables como pueblo. Tuvimos que perder la opinión, la voz, el poder decir lo que pensábamos, en definitiva la libertad en todo concepto, para comprender que es sólo en una Democracia podemos vivir en paz.

Días como hoy 30 de octubre son importantes porque se cumplen 36 años del triunfo de Alfonsín en 1983, que inició el periodo más largo de continuidad democrática de nuestra historia; no importa si somos radicales, peronistas, o de otros partidos; lo importante es que hoy desde todas las fuerzas políticas se está poniendo en valor la democracia.

Esta joven democracia que camina fuerte pero que todavía tiene mucho por crecer y mejorar, esta democracia que paradójicamente nos la arrebataron allá por los años ‘30 mientras gobernaba el primer presidente popular de nuestra historia llamado Hipólito Yrigoyen y la vino a recuperar para siempre otro radical, el Dr. Raúl Alfonsín. Esta democracia que salió adelante sobre miles de luchas y resistencias, muertos y desaparecidos; esta democracia… nuestra democracia es y será siempre la mejor herramienta para avanzar, para discutir, para respetar y para solucionar todos nuestros conflictos a través de las ideas, el diálogo y la paz.

Creo que la gran mayoría recuerda este día y a mí se me vienen algunas imágenes. El 30 de octubre de 1983, tenía 6 años esa noche dimos vueltas alrededor de la plaza de Godoy Cruz en el Citroen de mi abuelo Julio; ahí le pregunté por qué tanta alegría por qué la gente canta, toca bocina, agita banderas; me contestó: “Es por la Democracia Cesarito, estamos contentos gracias a Raúl”… Durante todo ese día domingo, con mis hermanos estuvimos en la casa de mi abuelo, mientras que mi mamá y mi tía eran fiscales en las elecciones y mi papá buscaba a sus hermanos y amigos para ir a votar. Cuando llegó la noche ya se palpitaba la Democracia, las bocinas se multiplicaban, la gente desde su casa saludaba, otros agitaban banderas, unos rojas y blancas, pero muchos agitaban banderas argentinas.

Estos 36 años han sido sumamente valiosos sobre todo si repasamos la historia institucional de nuestro país. En ese recorrido resalta cómo los pensamientos únicos, las visiones parciales, los relatos acomodados, las falsas gestas revolucionarias y un incomprensible y reprochable desuso de las instituciones democráticas hicieron que nuestro país desaprovechara sistemáticamente todo su potencial para lograr el bienestar de las grandes mayorías. Seguramente nos queden muchos aspectos de nuestra vida institucional, política y social que resolver; pero la única forma de saldar nuestras deudas históricas y resolver el conflicto actual es y será siempre con más democracia.

Nos tenemos que sentir orgullosos porque pasaron los primeros 36 años de democracia ininterrumpida de los 100 años que prometió Don Raúl Alfonsín. Muchas personas fueron piezas fundamentales para recuperar la democracia, otros aportaron cuidándola estos años y claramente es función nuestra y de nuestras juventudes mejorarla y fortalecerla para que en muchos años más, nuestros hijos encuentren nuevos desafíos para seguir siempre fortaleciéndola.

Todos creemos en la voz de la mayoría, eso es la democracia. La democracia somos nosotros/as.

Lic. César Cattaneo - DNI 26.055.586