La movilización de los militantes K, que se oponen a la presentación de la ex presidenta Cristina Fernández ante la justicia, tiene un antecedente en la política argentina: Semana Santa de 1987.
En aquel momento, los militares argentinos se resistieron a presentarse a la justicia para rendir cuentas por las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura militar. Fue el levantamiento de los Carapintadas, en el cual se destacó la figura de Aldo Rico, luego militante K.
En ambos casos, el procedimiento es el mismo:
1- La justicia investiga delitos cometidos por un grupo que ejerció el poder en el gobierno anterior
2- Los delitos investigados tienen connotación política: fueron realizados desde el ejercicio del poder, en forma autoritaria; se trata de actos de abuso de poder en perjuicio de la sociedad argentina.
3- Los delitos tienen efectos negativos en el pueblo argentino, por causar daños a las vidas y/o las condiciones económicas del país.
4- Los acusados se sienten superiores a los demás; consideran que están por sobre la ley y no debajo de esa ley. Por este motivo, sienten que la justicia comete una herejía al citarlos a declarar como si fueran ciudadanosnormales.
Durante el gobierno de Alfonsín, los militares decían que se los ha sacado de sus jueces naturales, es decir, ellos tenían el fuero militar, y por lo tanto, solo podían ser juzgados por jueces militares. No aceptaban de ninguna manera, someterse a la justicia civil.
Con la misma filosofía, ahora los K sienten que la justicia no tiene derecho a juzgar a la ex presidente, porque ella es la líder mesiánica y está por encima de las leyes.
En ambos casos, se trata de un pensamiento reaccionario, previo a los valores de la Revolución Francesa, a partir de la cual, se reivindicó el principio de igualdad de todos ante la ley.
5- En 1987, la resistencia de los militares ante la justicia fue liderada por los militares carapintadas. Ahora, esa misma actitud la asumen los militantes de la Cámpora. Ambos movimientos de rechazo a la justicia independiente, obedecen a una ideología mesiánica y elitista, propia de los que se creen superiores a los demás. En los dos movimientos, se trata de grupos que no entienden los principios básicos de la república: la cosa pública; la responsabilidad de los gobernantes, que deben hacerse cargo de las consecuencia de sus actos.
Los militares de la dictadura, en su política represiva, tomaron la decisión de no hacerse cargo de las consecuencias de sus actos. Nunca aceptaron, por ejemplo, informar claramente qué hicieroncon los detenidos-desaparecidos. Eludieron su responsabilidad. Ahora los K toman la misma actitud con respecto al manejo de los fondos públicos durante su gobierno: no asumen la responsabilidad de sus abusos de poder y el daño que hicieron a la economía nacional, particularmente, con la venta de dólares a futuro al final del gobierno.
6- Estos mismos criterios valen para la familia Macri: igual que cualquier otro ciudadano, debe someterse a la ley y explicar su presencia en los PanamaPapers. Y sería repudiable cualquier maniobra del Pro para eludir la justicia.