Julio Cobos nace todos los días. Es un hombre sin pasado, no cuenta hacia atrás, nada de lo que algunos tendenciosos kirchneristas pretenden observar sobre sus prácticas. Nada de ello. Cobos nace, y con él muere su pasado, sus actos, su fe y hasta su militancia política.
Mira para atrás y no hay nada, ni contradicciones. Es, como lo soñaban las generaciones anteriores, el hombre nuevo. Siempre naciendo y muriendo en cada coyuntura. El hombre ideal, el político de hecho, del día a día. Cobos anula la historia borrando su propia historia. Fue radical y dejó de serlo, lo echaron del partido y volvió, pretendió la presidencia pero siguió en el primer gobierno de Cristina.
El pasado no condiciona su conciencia, es más, Cobos no tiene conciencia histórica. No necesita de ella. Es el hombre coyuntura, el político que hace lo que la mañana mande. Un alquimista de los tiempos políticos, Julio, el hombre que muere a la noche y nace en el día. Que comunica su nacimiento por los medios. La historia no podrá absolverlo ni juzgarlo. Dijimos, con él, la historia se anula, se desvanece. El gran pacificador nacional enquistado.
El que interpela a la gente y no al pueblo, el que le habla a los medios (aliados de ocasión) antes de tomar cualquier decisión. El oportunismo descarnado, carne viva, carne cruda. Su presencia, viva significa, mucho, en este momento. Porque de Cobos saldrá lo que el interés del establishment necesite que diga.
Cobos no viene de ningún lado, ni de la derecha ni de la izquierda, ni del centro, ni de arriba ni de abajo. La más patética nueva política. La más oportunista. Son de esos que-como refiere el cuento- si encuentra a un grupo de hombres pegándole a un solo tipo, él se mete a apoyar al grupo de hombres, para pacificar nomás.
Julio Cobos no fuma, no bebe, no habla demasiado, no positivo para unos, positivo para otros. El problema es que por ahora, quienes acompañan trotando a Cobos, no saben bien a dónde se dirige el líder del pelotón de maratonistas, sin embargo lo siguen porque, si Cleto trota, es por algo.
En Cobos se refleja el anti intelectualismo, el pragmatismo y la anti oralidad de la política. Valores de los sectores medios que rápidamente se desesperan y entran en pánico cuando las papas queman. El producto de la ficción del consenso. El efecto ideológico conservador que nace para frenar los cambios. Como será que no tiene historia que propuso que los jóvenes vuelvan a los cuarteles.