Debilidad institucional
El antecedente peronista de presiones sobre la Corte
El contacto directo entre la intendenta de Santa Rosa Norma Trigo y el juez de la Corte Dalmiro Garay deja bajo un manto de dudas la independencia de poderes. No es la primera vez que los vínculos políticos se usan para influir en la Justicia
Independencia de poderes, periodicidad de funciones y publicidad de los actos de gobierno. Tres ejes clave para una república, elementales, básicos, pero que lamentablemente no se cumplen o se cumplen a medias. Esta semana un episodio insólito volvió a poner sobre la mesa las flaquezas institucionales que aún afectan a la provincia de Mendoza. Un audio de Whatsapp confirmó algo que mucho no sorprende: el vínculo directo entre políticos y la Justicia.
Dejando de lado las especulaciones sobre el contenido de los dos audios que se filtraron, lo cierto es que en ambos la intendenta de Santa Rosa Norma Trigo dice a sus allegados que ha estado en contacto con el juez Dalmiro Garay para pedir que apuren la sentencia de casación contra Sergio Salgado. Sea cual sea la respuesta que le dio el magistrado, lo grave es como la afinidad política se confunde con la administración de Justicia. El contacto directo entre políticos con jueces, ya sea del Poder Ejecutivo, Legislativo o -como en este caso- municipal.
Pero lamentablemente esto no es algo nuevo y MDZ ya lo había denunciado hace años con otro audio que dejó al descubierto las operaciones de la política en la Justicia. Por aquel entonces, era el actual diputado Carlos Bianchinelli el que afirmaba hablar con miembros de la Corte y mencionaba al juez Julio Gómez.
"Vamos a demostrar que las horas máquina existían y que se trabajaba con máquinas entre las 5 de la mañana y las 10 de la mañana, que es cuando el casino está cerrado. Que las máquinas existían para lavar alfombras (...) Esto, no digas nada, pero ya está hablado con gente de la Corte (...) El día que surge el problema hablé con el Julio Gómez y el lunes ya estaba la gente del Tribunal de Cuentas (...) el Julio Gómez, hoy integrante de la Corte (...) Con el Julio está todo hablado y se cae automáticamente".
Se trata de una conversación entre Bianchinelli y el contador Gonzalo Jérez. Este último fue el que detectó los sobreprecios en el servicio de limpieza del Casino y los denunció ante Bianchinelli. Irónicamente, ese accionar le trajo inconvenientes legales y recién hace un mes Jeréz quedó sobreseído y libre de toda culpa. En cuanto a Bianchinelli y el resto de los imputados son investigados penalmente por su posible vinculación con la empresa que cobró los sobreprecios, pero la Corte los benefició anulando los cargos millonarios que los emplazaban a devolver casi 10 millones de peso. Los argumentos de la Corte, paradójicamente, fueron los mismos que esgrimió Bianchinelli en el audio.
Justamente ese es el motivo por el cual los poderes deben ser independientes. Para evitar suspicacias. Que no existan dudas sobre el accionar del máximo tribunal de los mendocinos.
Si los ministros le atienden el teléfono a funcionarios y asumen supuestos compromisos, tiñen su trabajo con sospechas. Aunque Bianchinelli no tenga nada que ver con la empresa de limpieza Masterful. Aunque Salgado sea culpable de los delitos que cometió en primera instancia y merezca estar tras las rejas.
Ahora el exintendente de Santa Rosa, primer condenado por corrupción en la historia de Mendoza, esgrime que no puede confiar en la Corte y recusa a los magistrados. Y, en base al audio de Trigo, es lógico que lo haga. Eso, lamentablemente, opaca a una justicia que debería pelear por su transparencia.
La incidencia de la política en la Justicia atenta contra el espíritu del Poder Judicial. Quizás la salida de ese callejón sea postular para la Corte a jurisconsultos de prestigio o académicos destacados y no a funcionarios gubernamentales. Al menos, sería un primer paso.
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