Día de la Mujer
8M: el desafío de los derechos
La diputada María José Sanz y su reflexión por el Día de la Mujer.
La realidad nos interpela todos los días. Pero este 8M es una buena oportunidad para pensarnos y revalorizarnos como mujeres trabajadoras, sensibles, poderosas, activas, valiosas, constructoras de un mundo más justo y equitativo.
Cada vez más empoderadas, las mujeres salimos a la calle a exigir que nuestros reclamos sean atendidos. Y en este camino nos encontramos, nos reconocemos, nos potenciamos, nos abrazamos, nos acompañamos.
Pero esta realidad que nos atraviesa muestra que la violencia de género, a pesar del camino de lucha recorrido, se sigue incrementando de manera exponencial. Es por esto que debemos construir, desde las leyes, un espacio de contención y reivindicación de derechos e igualdad.
Cada mujer desde el espacio que ocupe, la función que ejerza, la historia que transite, debe tomar mayor conciencia del aporte concreto que hace a la sociedad. Amas de casa, maestras, ingenieras, cosechadoras, legisladoras, cuidadoras o cualquiera sea la tarea que realicen, las mujeres debemos comprometernos a erradicar violencias, machismos, inequidades, y a tolerar las diferencias.
Esa energía transformadora tiene su paralelo en la representación que las mujeres tienen en la política, ya que esa mirada, esa empatía, enriquece el debate y genera los instrumentos para la implementación de cambios que derriben los mandatos que aún persisten respecto de lo que se espera que haga una mujer.
Con la aplicación de la Ley de Cupo, las legisladoras recogemos el guante del reclamo social y buscamos acompañar estas luchas. Nunca más asumiremos un papel disminuido en materia política, no sucumbiremos al silencio, participaremos activamente en los debates y en la construcción de consensos. Somos parte de una nueva manera de hacer política. Somos mujeres que consolidamos grupos de trabajo, pensamos lo colectivo, transferimos experiencias, escuchamos, nos formamos, tomamos decisiones. Lideramos el cambio. Nos tenemos.
Es fundamental agradecer a las mujeres que han dado pelea para obtener las libertades que hoy gozamos. Y en honor a ellas, luchar para conseguir las libertades y los derechos que nos faltan.
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