Opinión
¡Olvídense, este año estamos pintados y no nos darán soluciones!
El discurso de Macri en la Asamblea Legislativa me dejó claro que este año usted y yo estamos dibujados. No hay anuncios concretos del oficialismo y la oposición se pone "el parche antes de la herida" y pone palos en la rueda. Todo se resume a una pelea entre ellos, mientras nosotros pagamos por sus malas administraciones.
Estamos dibujados. Este año electoral tenemos que olvidarnos de obtener soluciones concretas y que los sectores mayoritarios de la política se tomen el tiempo para resolver los problemas reales que tenemos en medio de la crisis. El PRO, personalizado en su principal figura, el presidente Mauricio Macri, demostró una vez más -en el discurso del viernes- lo alejado que está del día a día de la gente y -como decía un jefe que tuve en Chile- demuestran que "nacieron con portero electrónico y nunca tuvieron piso de tierra". Por el otro lado, la oposición -y principalmente el kirchnerismo- mostró que lo único que les interesa es volver al poder apelando a la mala gestión actual, pero olvidando lo horrible que fue la de ellos.
Me voy a permitir hablar por muchas personas. Siento que quienes vimos la Asamblea Legislativa del viernes fuimos espectadores de una pelea entre dos sectores donde lo único que importaba, y perdonando a vulgaridad, era ver quién la tenía más grande. Eran gritos contra gritos, acusaciones contra acusaciones, corrupción contra ineptitud. En el medio estábamos los ciudadanos que esperábamos una autocrítica y anuncios de soluciones reales, pero que en cada párrafo del discurso nos dimos cuenta que realmente no éramos lo importante, en circunstancia que estando en medio de una crisis deberíamos ser lo fundamental.
Para todos los que estuvieron en el Congreso, los que aplaudían y los que insultaban, no había nada más importante que su metro cuadrado, cada uno enfocado en cuidar su nicho y nunca se dieron cuenta que afuera había millones de personas a las que no les importan sus disputas porque no tienen cómo llegar a fin de mes.
Desde la oposición no puedieron refutar cuando Macri aseguró que "estamos mejor que en el 2015" porque ni siquiera tenían estadísticas para poder comparar, pero el líder del PRO no puede venir a reírse en la cara de todos diciendo que bajaron la inflación cuando venimos de un 50% y vamos camino a un 30% o 35% para el final del último de sus cuatro años de gestión.
La Asamblea Legislativa fue una puesta en escena electoral de los que fueron parte de un Gobierno donde la corrupción estuvo a la orden del día y los que hoy nos tienen en una profunda crisis en la que "casi todos" estamos poniendo el hombro. Claro, porque mientras la clase media y los pobres pierden, hay un sector privilegiado -casualmente muy cercano a algunos sectores y funcionarios- que se han llenado aún más los bolsillos gracias a la bicicleta financiera. La única que deja rentabilidad en Argentina.
Desde el oficialismo escucharemos que vamos por el camino correcto, a pesar que no logran frenar la inflación aún aplicando una recesión brutal. Desde la oposición escucharemos que ellos son la solución, pero no tendremos respuestas ni veremos los miles de millones que se robaron durante años. Eso, sin mencionar que tampoco pudieron controlar la inflación y tenían un cepo con un dólar irreal.
Pero lo peor de todo es que ninguno se ocupará de nosotros y sólo intentarán "dorarnos la píldora" para obtener un voto más. Encima la UCR, un sector que tiene la obligación moral -como fuerza mayoritaria y tradicional- de hacer algo en esta crisis, la mira de reojo y sólo piensa en el costo político y analiza si es necesaria una interna en Cambiemos.
Ustedes señores radicales no pueden hacerse a un lado y dejar que las cosas pasen, deberían poner sobre la mesa un dirigente para tener alguna nueva opción y no sólo elegir entre dos alternativas que hoy nos dan más miedo que confianza. Les corresponde, además, porque ustedes fueron parte de la coalición de Gobierno y vieron desde la tribuna como recibíamos un golpe tras otro en medio la crisis económica brutal que vivímos. O acaso no tienen un dirigente capaz y están esperando que el que venga termine de chocar el país para que lo que ustedes tienen -por poquito que sea- se vea como la mejor opción para salir del agujero en el que estamos.
Lamento darles malas noticias a los ciudadanos, pero si no pasa nada extraño, las campañas serán más de lo mismo y se traducirán en nada, porque a ellos no les importa si a vos te subió la nafta o si llegás o no a pagar a la luz y el gas. Mucho menos les va a importar si -por ejemplo- el precio del auto que necesito, y por el cual me metí a un plan, ya aumentó un 75% (más de $220.000) en menos de diez meses. Si eso es que vamos por el buen camino Mauricio, no quiero ni imaginar lo que era el malo.
Este año estamos pintados y no piensen en soluciones en el corto plazo, la inflación va a seguir siendo nuestro mayor problema y es muy probable que los salarios sigan perdiendo frente a ese índice. Si algún político tiene un poco siquiera de vergüenza ojalá baje un poco al mundo del argentino común, porque por lo que pudimos ver el viernes están cada días más lejos en nubes inventadas por Durán Barba y otros asesores millonarios que se nos ríen en la cara.
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