Corte
Una batalla que, para Cornejo, no es la guerra
El Gobierno confía en que la Corte ratificará la constitucionalidad del decreto que limitó las reelecciones indefinidas de los intendentes y que además esa resolución será rápida, más allá de la medida precautoria que fue impuesta este viernes. El Tribunal apura los tiempos: llamó para el 14 de marzo a una audiencia de conciliación entre las partes para intentar una salida negociada al conflicto.
Para Alfredo Cornejo, haber perdido en la Justicia la primera batalla para limitar las reelecciones indefinidas de los intendentes no significa que la guerra también esté perdida.
El Gobierno había disparado toda la artillería jurídica (y política) disponible para que la Corte no hiciera lugar a la medida precautoria presentada por Emir Félix, por Martín Aveiro, por Roberto Righi y por Jorge Giménez. Recusó a uno de los ministros de la Suprema Corte que finalmente votó, Mario Adaro, chicaneó a los intendentes por haber apurado los tiempos electorales en cada uno de sus municipios y hasta solicitó que se suspendieran las elecciones en cada uno de esos distritos hasta que se resolviera la cuestión de fondo. Incluso el Asesor de Gobierno, Ricardo Canet, como forma de ganar tiempo había pedido que se consulte a los partidos políticos, en este punto al Partido Justicialista, porque lo consideraba como el verdadero titular del derecho político afectado y no a los intendentes.
Pero la Sala II falló, con los votos a favor de Omar Palermo y de Mario Adaro y el rechazo de José Valerio, como se preveía: más allá de las argumentaciones que dio la Asesoría, estaba claro que Cornejo afectó derechos de los jefes comunales al promulgar un cambio en las reglas de juego electoral muy sobre el límite.
Con la medida cautelar a favor, estos cuatro se pueden presentar como candidatos para las primarias abiertas, tendrán tiempo para la oficialización de listas y apuntan a llegar a la elección general final. De acuerdo a cómo se desarrollen los tiempos del proceso, definirán si seguir o no la pelea en la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Esos tiempos son clave. En sintonía con la resolución de la medida cuatelar, la Corte ratificó otra decisión. Cornejo lo había planteado, pero en realidad todos los jueces coincidían de antemano con que el planteo de inconstitucionalidad sobre el decreto que promulgó la enmienda al artículo 198 de la Carta Magna debía resolverse a través de un plenario de jueces. Y no por el voto de una Sala.
La medida suena razonable para darle a esa sentencia una contundencia definitiva y zanjar para siempre la discusión por las mayorías necesarias para reformar la Constitución. Algo que en Mendoza, desde un fallo de Sala impulsado por Aída Kemelmajer de Carlucci en 1989, se viene discutiendo durante los últimos 30 años y que empantanó muchos procesos de reforma.
Pero hubo un detalle en esta parte de la historia. La Corte viene apurando los tiempos de la resolución de la cuestión de fondo (algo que también reclamó el gobernador) y fijó una audiencia de conciliación para las partes para el 14 de marzo próximo. El llamado a ese encuentro es extraño ya que no existen en el proceso este tipo de convocatorias.
Está claro que el máximo tribunal, a instancias de su presidente, Jorge Nanclares, apunta a encontrar una salida al conflicto a través de un acuerdo político que implique que Cornejo pueda dejar firme a su decreto, pero que tanto Félix, como Righi, Aveiro y Giménez puedan presentarse por esta última vez a una reelección.
Hay un perfil en el grueso de los miembros de la Corte, incluso de los más relacionados con el PJ: para ellos los criterios aplicados por el mismo tribunal en 1989 para modificar la Constitución merecen ser revisados. Es decir, podrían terminar dejando en pie al decreto de Cornejo. Y en el mismo sentido opinará el Fiscal de Estado, Fernando Simón, cuando dictamine sobre el tema en los próximos días.
Si los jueces votan de esta manera, invalidarían a los que hoy lograron una victoria en Tribunales y los dejaría fuera de competencia, siempre y cuando, el fallo definitivo se conozca antes de finales de abril.
Palermo, Adaro y Valerio debieron resolver en esta instancia otra cuestión, además ¿La medida cautelar presentada por los intendentes alcanza solo a los cuatro que accionaron judicialmente o habilita también a presentarse a los dos oficialistas, Mario Abed y Jorge Difonso, que también quedaron vedados por el decreto gubenamental?
En principio sí, solo quedaron en carrera los peronistas. Los fundamentos de la sentencia se conocerán el miércoles y allí habrá que ver cómo quedará redactado: Pero ya se supo que Abed y Difonso habrían quedado completamente fuera de competencia.
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