¿Verdad o consecuencia?: "Las campañas políticas han muerto" (en 100 palabras)
La afirmación de un reconocido politólogo y encuestador resuena fuertemente porque en cierta forma sintoniza con la falta de entusiasmo que se percibe en el electorado, el enojo generalizado por la crisis de la Argentina y la falta de perspectivas ciertas. Pero, sobre todo, sustentan tan dura sentencia las propias debilidades de los candidatos presidenciales.
Escuchando a los candidatos presidenciales en esta previa electoral, sus estudiados cruces, chicanas, metidas de pata, promesas pueriles y frases altisonantes, es inevitable coincidir con el politólogo Gustavo Córdoba cuando afirma que "las campañas políticas han muerto". Los espejitos de colores como metáfora ya no funcionan, pese a que siempre habrá crédulos que irán a las urnas seducidos por ese canto de sirenas. Son los que certifican que, pese a los datos duros de la realidad, el voto sigue teniendo un fuerte componente emotivo. Y es ahí donde los astutos candidatos seguirán lanzando el anzuelo convencidos de que habrá pique.