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Opinión

¿A quién querés más, a papá o a mamá?

Foto: creapublicidad.com.ve
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Cuando papá y mamá se separan, ya lo dicen las tías, los que más sufren son los niños. Y en este juicio de divorcio que viene llevando adelante el kirchnerismo contra su antiguo conyugue, el poderosísimo grupo Clarín, nuestra Presidenta (en mi humilde opinión) nos trata a todos los argentinos como si fuéramos sus niños, y tuviéramos que decidir por uno de los dos papás.

La cosa es que no somos sus niños…no tenemos que ponernos en uno de los lados necesariamente.

Pero en fin, que no hay cosa más difícil que tratar de explicarle algo a una de las partes involucradas en un juicio de divorcio en el que hay mucha plata de por medio; así es el capitalismo. Y por esto, en esa insistencia de que la elijamos a ella, niega y niega, esperando que algo quede en el olvido.

Así es como la Presi nos contó, por la inefable cadena nacional en la época en la que aún la escribíamos con mayúscula, que su ex (Clarín) había abusado de gente en la dictadura y había sido cómplice y se había quedado con propiedades de otros, como fue por ejemplo el caso de la empresa Papel Prensa, mostrándonos un informe que ya se había mostrado.

¿Pero ma´ -podría decir un hijo- no sabías cuando le dabas a pa´ más y más años para manejar sus radios y televisoras (a través de un decreto de ÉL), que había sido malo en la dictadura? ¿No sabías que los monopolios eran malos cuando lo dejaste a pa´ (nuevamente, a través de otro decreto de ÉL), juntar las dos empresas de cable más grandes del país en una sola, formando un requemonopolio?

La verdad -podría decirle este supuesto hijo a la señora- es que vos lo querías en esa época a pa´, y no te importaba que hiciera esas cosas malas…

Pero bueno, el divorcio es el divorcio, y en ese trajín de buscarle la vuelta al ex amor, los K transformaron una ley que en espíritu es maravillosa como la Ley de Medios, en una herramienta para atacar al nuevo malo.

Y para que los niños tuviéramos claro a quién de los dos papás debíamos elegir, le pusieron como adjetivo calificativo a la ley, una frase completita con sujeto y predicado incluido: “Ley de la Democracia”. Y por si algún nene aún tenía dudas aclararon: -¡Tenemos que derogar las leyes de la dictadura!

Pero lamentablemente, y mal que nos pese, con tantos años de gobiernos militares que tenemos en este bendito país, hay miles de leyes (o mejor dicho decretos-leyes, que son como leyes, pero promulgadas por milicos, sin pasar por el Congreso) que utilizamos a diario, y de las que no podemos prescindir. Sería prácticamente imposible eliminarlas a todas ellas, y tanto es así, que esta denominada “Ley de la Democracia”, contrariamente a lo que postula la Presi de derogar leyes de gobiernos militares, acepta y se apoya en tres decretos-leyes de gobiernos de facto: la Ley Nacional de Telecomunicaciones y la Ley de Sociedades Comerciales promulgadas por el dictador Lanusse en 1972, y una Ley de aplicación de impuestos hecha por el golpista Agustín P. Justo en 1933.

¿Y está mal que la ley de Medios se base en estas leyes? ¡No! Lo que está mal, creo yo, es que pretendan tratarnos de estúpidos y hacernos creer que TODO lo que promueven es democrático y antidictatorial, cuando la realidad es algo mucho más compleja que el simple blanco y negro que quieren vendernos.

En fin. Que ya somos grandes. No somos los niños que pretenden. Siempre supimos que Clarín era malo, así que córtenla con eso, que aburre. Pero en sus arreglos conyugales, somos muchos los argentinos que no queremos ser parte. Que no todas vuestras peleas son “de todos y todas”.

Y si a la hora de repartir los bienes queda algo para la Patria, sepan que ella se los demanda.