Opinión
Shalom Argentina y… hasta siempre
Al llegar al término de mi misión diplomática en Argentina, luego de 4 años, empacaré mis valijas y volveré a mi tierra, Israel, y a mi casa en Jerusalén. Sin lugar a dudas estos 4 años fueron de lo más interesantes y más agradables en toda mi carrera diplomática.
En lo concerniente a las relaciones de la Argentina con mi país, quiero confirmar con orgullo y con mucha satisfacción que actualmente se encuentran en uno de sus mejores momentos. Cabe destacar que, en estos últimos años, tuvimos en Israel la visita de la Presidenta de la Nación, Cristina Fernandez de Kirchner, en ese momento en su carácter de Senadora de la Nación y Primera Dama. Paralelamente se produjo la visita a la Argentina del Primer Ministro israelí, Ehud Olmert, mientras se desempeñaba como Viceprimer ministro. A ellos se suman otras tantas visitas de ambos países que posibilitaron el incremento de las relaciones en todos los campos. Todos estos hechos simbolizan de una manera clara los profundos lazos de amistad y el firme compromiso de cooperación que seguramente seguirá incrementándose en los próximos años.
Argentina hoy en día se encuentra ante nuevos desafíos. Sin embargo, confío en que el pueblo argentino posea las fuerzas y recursos para avanzar sobre la vía del desarrollo y el progreso.
Estos últimos 4 años no fueron solamente de ardua labor en la profundización de los vínculos entre Argentina e Israel, sino que también hubo que enfrentar asuntos más preocupantes. Durante este tiempo, sobre todo durante la guerra del Líbano, hace dos años, debimos sobrellevar y dar a conocer las dificultades y dilemas que enfrenta Israel en la compleja situación del Medio Oriente.
No es el momento ni la oportunidad de extenderse en el tema, sólo quiero en la ocasión agradecer la comprensión, el apoyo y la amistad que siempre he encontrado en muchos sectores de la población argentina.
Hago votos para que en el Medio Oriente cese de una vez por todas el derramamiento de sangre y el enfrentamiento. Ojalá pronto podamos unir esfuerzos con los palestinos para construir un futuro mejor para nosotros y para nuestros hijos.
Me marcho de la Argentina cuando todavía queda por resolver esa tragedia constituida por los atentados a la Embajada de Israel y a la AMIA en Buenos Aires, sobre los que aún permanecemos a la espera del esclarecimiento de los hechos y el juicio y castigo a los responsables bajo el imperio de la ley.
En los próximos días vuelvo a mi tierra con sentimientos de alegría por reencontrarme con mi familia y mis amigos. Me llevo de aquí un sentimiento de gratitud muy especial hacia el pueblo argentino por el cariño que nos ha brindado. Me llevo los mejores recuerdos de este maravilloso país.
Mi esposa Batia y yo llevaremos en el corazón la amistad y el cariño de tantos amigos que logramos hacer y que generosamente nos entregaron su afecto.
Presiento que esto es solamente un hasta luego, ya que estoy seguro de que tarde o temprano volveré a visitar estas tierras tan bellas y tan generosas. Mientras tanto sepan ustedes que tendrán en mí y en mi familia orgullosos amigos de la Argentina en Israel.
Shalom Argentina, shalom argentinos y… hasta siempre.
Hago votos para que en el Medio Oriente cese de una vez por todas el derramamiento de sangre y el enfrentamiento. Ojalá pronto podamos unir esfuerzos con los palestinos para construir un futuro mejor para nosotros y para nuestros hijos.
Me marcho de la Argentina cuando todavía queda por resolver esa tragedia constituida por los atentados a la Embajada de Israel y a la AMIA en Buenos Aires, sobre los que aún permanecemos a la espera del esclarecimiento de los hechos y el juicio y castigo a los responsables bajo el imperio de la ley.
En los próximos días vuelvo a mi tierra con sentimientos de alegría por reencontrarme con mi familia y mis amigos. Me llevo de aquí un sentimiento de gratitud muy especial hacia el pueblo argentino por el cariño que nos ha brindado. Me llevo los mejores recuerdos de este maravilloso país.
Mi esposa Batia y yo llevaremos en el corazón la amistad y el cariño de tantos amigos que logramos hacer y que generosamente nos entregaron su afecto.
Presiento que esto es solamente un hasta luego, ya que estoy seguro de que tarde o temprano volveré a visitar estas tierras tan bellas y tan generosas. Mientras tanto sepan ustedes que tendrán en mí y en mi familia orgullosos amigos de la Argentina en Israel.
Shalom Argentina, shalom argentinos y… hasta siempre.