Notas
"La Inseguridad no es una sensación, es una realidad" afirmó Juan Martín Eztala
El ginecólogo Juan Martín Eztala sufrió 14 robos durante los últimos 12 años en esta ciudad. El martes 17 de agosto fue la gota que colmó el vaso, ya que su mujer fue golpeada salvajemente por un individuo que se introdujo en su vivienda para robarle $900. "No quiero ser cómplice con mi silencio" expresó. A pesar de que fue denunciado en la Comisaría 32, la Policía nunca informó sobre el caso, hasta que tomó estado público por las declaraciones de Eztala.

Juan Martín Eztala es un reconocido ginecólogo que trabaja en esta ciudad. Desde muy jóven viajó a Córdoba y luego a Buenos Aires para estudiar la profesión que hoy desarrolla con tanto entusiasmo.
Decidió volver a San Rafael para ejercer su especialidad y formar una familia como lo hicieron sus padres y abuelos. En esa decisión pesaron sus recuerdos de juventud ya que tanto su niñez como la adolescencia las disfrutó gracias a la seguridad y la paz que nuestro departamento ofrecía en aquellos años.
"Cuando era joven no había llaves en mi casa, la puerta quedaba abierta inclusive de noche cuando salíamos a bailar y nuestra madre no tenía miedo, como hoy los tenemos nosotros" señaló Eztala.
Una sucesión de robos, 14 en total durante los últimos 12 años le cambiaron el semblante y la forma de vivir, tanto al médico como a su familia. El relato de estos hechos y una opinión final son el cuerpo de esta nota en la que el ginecólogo expresa todo lo que le ocurrió durante más de una década.
No es un detalle menor saber que el hecho del que fue víctima en última instancia ocurrió el martes 17 de agosto, y a pesar de que fue denunciado en la Seccional 32, nunca trascendió, hasta que esta mañana, Eztala hizo declaraciones en una radio local.
- ¿Cuándo sufriste el primer robo?
El primer robo fue en el año 1996 con la sustracción de un chancho de un campo, que era de mis padres, en el Distrito. Esto que ocurrió nos dejó a todos sorprendidos porque no estábamos acostumbrados a este tipo de ilícitos. Fue el bautismo de fuego para una cadena de hechos que se fueron agravando con el correr del tiempo.
- ¿Cómo es eso de una cadena de robos?
Al año siguiente nos robaron una yegua que teníamos en un lote ubicado en Deán Funes y Los Sauces. El animal terminó faenado y en forma de milanesas que luego fueron comercializadas en el Club del trueque. Al tiempo le robaron y lo golpearon a mi cuñado quien tuvo que recomprarle a los ladrones el reloj que le habían sustraído. Pero esto no termina acá .....
- ¿Sigue la cadena?
Si ya que luego de esto ingresaron a mi casa de la calle Colón y luego de destrozarla por dentro nos robaron los anillos, cadenas, equipo de música, una computadora y sobre todo la paz que teníamos por ese entonces. Al tiempo ingresaron a mi consultorio y me despojaron de la computadora y de un equipo musical, luego le robaron tres veces a mi hijo por la calle y sufrí tres roturas en mi camioneta con la intención de sustraer elementos dentro de ella.
- ¿Y en el último atraco que pasó?
Esto fue la gota que rebalsó el vaso porque en esta ocasión hubo un grado de violencia impresionante, porque a mi mujer no solo le robaron el dinero que tenía en la casa sino que la golpearon de una manera salvaje. Esto sucedió la semana pasada y la verdad es que no me quiero quedar callado porque me siento cómplice si no denuncio esta agresión, ya tuve que soportar que mi hija, luego del robo de la calle Colón, no pudiera ir tranquila al baño por el miedo que le quedó después de ese hecho.
- ¿Cómo vivís ahora después de tantos robos y agresiones?
Vivimos paranoicos hasta el punto que tenemos que ir a buscar a nuestros hijos a todos los lugares que suelen frecuentar porque tenemos miedo de que algo les pase. En mi casa tengo tres alarmas, vivo enrejado y tengo que soportar siempre la misma frase, menos mal que no pasó esto o aquello. Ese menos mal me tiene cansado porque somos víctimas y encima tenemos que agradecer porque nada nos sucedió. Necesitamos resultados en el tema seguridad, porque hasta ahora las cosas solo se están empeorando cada día más. Dentro de un tiempo no nos va a sorprender que le disparen a una embarazada como ocurrió en Buenos Aires. Alguien tiene que hacer algo, yo de seguridad no entiendo nada porque soy médico, pero si me preguntas porque sangra una embarazada seguro que te voy a poder responder. Bueno esto mismo tienen que hacer los políticos, contratar un especialista que sepa que hacer con este tema que nos preocupa a todos.
- ¿Cuándo sufriste el primer robo?
El primer robo fue en el año 1996 con la sustracción de un chancho de un campo, que era de mis padres, en el Distrito. Esto que ocurrió nos dejó a todos sorprendidos porque no estábamos acostumbrados a este tipo de ilícitos. Fue el bautismo de fuego para una cadena de hechos que se fueron agravando con el correr del tiempo.
- ¿Cómo es eso de una cadena de robos?
Al año siguiente nos robaron una yegua que teníamos en un lote ubicado en Deán Funes y Los Sauces. El animal terminó faenado y en forma de milanesas que luego fueron comercializadas en el Club del trueque. Al tiempo le robaron y lo golpearon a mi cuñado quien tuvo que recomprarle a los ladrones el reloj que le habían sustraído. Pero esto no termina acá .....
- ¿Sigue la cadena?
Si ya que luego de esto ingresaron a mi casa de la calle Colón y luego de destrozarla por dentro nos robaron los anillos, cadenas, equipo de música, una computadora y sobre todo la paz que teníamos por ese entonces. Al tiempo ingresaron a mi consultorio y me despojaron de la computadora y de un equipo musical, luego le robaron tres veces a mi hijo por la calle y sufrí tres roturas en mi camioneta con la intención de sustraer elementos dentro de ella.
- ¿Y en el último atraco que pasó?
Esto fue la gota que rebalsó el vaso porque en esta ocasión hubo un grado de violencia impresionante, porque a mi mujer no solo le robaron el dinero que tenía en la casa sino que la golpearon de una manera salvaje. Esto sucedió la semana pasada y la verdad es que no me quiero quedar callado porque me siento cómplice si no denuncio esta agresión, ya tuve que soportar que mi hija, luego del robo de la calle Colón, no pudiera ir tranquila al baño por el miedo que le quedó después de ese hecho.
- ¿Cómo vivís ahora después de tantos robos y agresiones?
Vivimos paranoicos hasta el punto que tenemos que ir a buscar a nuestros hijos a todos los lugares que suelen frecuentar porque tenemos miedo de que algo les pase. En mi casa tengo tres alarmas, vivo enrejado y tengo que soportar siempre la misma frase, menos mal que no pasó esto o aquello. Ese menos mal me tiene cansado porque somos víctimas y encima tenemos que agradecer porque nada nos sucedió. Necesitamos resultados en el tema seguridad, porque hasta ahora las cosas solo se están empeorando cada día más. Dentro de un tiempo no nos va a sorprender que le disparen a una embarazada como ocurrió en Buenos Aires. Alguien tiene que hacer algo, yo de seguridad no entiendo nada porque soy médico, pero si me preguntas porque sangra una embarazada seguro que te voy a poder responder. Bueno esto mismo tienen que hacer los políticos, contratar un especialista que sepa que hacer con este tema que nos preocupa a todos.