Notas
Rivadavia tuvo su noche de rock
La primera de las ocho noches del festival se llevó adelante con todo éxito, aunque faltó mayor presencia del público. En el cierre, con la actuación de Kapanga, eran cerca de cuatro mil las personas convocadas en torno al escenario. No hubo disturbios y se destacó la organización general.
Con todo éxito se llevó adelante la primera noche del festival “Rivadavia canta al país”. El festival, uno de los más importantes de la Argentina, abrió anoche con la noche para el rock, que terminó convocando a alrededor de cuatro mil personas.
Los grupos locales que se presentaron tuvieron una destacada actuación.
En primer término, abrieron fuego los metaleros de Nefelin. En esta banda, que se originó en San Martín, se destaca especialmente su guitarrista y el estilo de voz de su cantante, muy parecido al de Adrián Barilari, cantante de Rata Blanca.
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Nefelin.
Luego, vinieron los chicos de Calavera no chilla y su reggae. Esta banda, muy compacta en su sonido, también es de San Martín. Y poco les costó poner a bailar a los primeros rivadavienses.
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Calavera no chilla.
El reggae, que marcó la noche en Rivadavia, no se detuvo, pues llegaron Primates, de Palmira, con interesantes fusiones indígenas. Este grupo apareció como una apuesta a considerar respecto de la música que se está haciendo en el Este de Mendoza, cuna de grandes bandas de rock mendocino. Atentos, entonces, con los Primates palmirenses.
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Primates.
Luego fue el turno de los créditos locales de Santos Guayama, una banda que se inició haciendo covers y ahora interpreta sus temas y versiona otros ritmos como la tonada y el tango. Los rivadavienses jugaron de local y dejaron caliente la escena para una de las dos bandas esperadas de la noche.
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Santos Guayama.
Pasados los locales, luego de la medianoche, subieron a escena los maipucinos de Parió La Choca. Y el toque fue todo un éxito y se extendió exactamente hasta la una de la mañana.
La banda no hizo más que reafirmar el feeling que tiene con el público mendocino. Y el escenario vibró con su rock fusionado con música latinoamericana y el público lució cada vez más contagiado, hasta terminar todos bailando.
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Y llegó el momento por todos esperado. Kapanga, con su carismático líder, El Mono, subió a escena y todo fue un delirio. Rock, reggae, cuarteto, todo fue posible de la mano de esta banda de Quilmes, que se formó allá por 1989.
La base del concierto hizo foco en Crece, el último disco de la banda, grabado en 2007, en el estudio Circo Beat. Aquella banda que comenzó animando fiestas privadas con covers de la Mona, supo reconvertirse y ganar identidad. Hoy, son parte del frondoso abanico del rock nacional, en parte, gracias a hits como Me mata, Ramón, Desesperado, El Mono Relojero y A través del universo.
La actuación en “Rivadavia canta al país” no fue la excepción. A la 1.20 de la mañana subieron al escenario y abrieron con “Ramón” y "Fumar", dos de sus grandes éxitos, y la fiesta duró hasta que las velas no ardieron, a las tres de la mañana.
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Kapanga.