Llegó al club hace un tiempo, errático y meditabundo se distanció del racimo de jugadores que escuchaba al impulsivo entrenador dar indicaciones.
Un ex compañero de nuestro héroe lo llamó e invito a sumarse al grupo, cuando se dirigía al centro de la cancha para sumarse al debate; lo paró el presi del club, quien tenía una especial debilidad por nuestro chico y estaba observando los movimientos previos de sus hombres y le preguntó al pibe: ¿ pala, pala; vení?.
¿Si doctor, diga? Contestó el Pala.
Escúchame, ¿ cuanto querés ganar por la firma del contrato? Esto es aparte del sueldo, es la prima que te corresponde.
Y el Pala, ni lerdo, ni perezoso, ni lo dudó: "Un celular deme, porque así hablo con mi chica y no gasto en fichas. ¿ le parece doctor?".
El susodicho sonrió y le dio el ok.