Ante la consulta por la puesta en funciones de los nuevos semáforos, se desató la polémica por un décimo quinto equipo a instalar en la intersección de calle Amapola y ruta 143, donde opiniones técnicas sugirieron la construcción de un ordenador vial o rotonda.
Esta disposición arroja dispares opiniones al respecto. Mediamza.com propuso abrir el juego por intermedio de una encuesta sobre la conveniencia que en esa zona funcione un semáforo, y si éste contribuirá a la seguridad de los automovilistas.
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El resultado de la misma arroja que un 72 % de los lectores que opinaron sostienen que esto no es beneficioso, dado algunos hechos de inseguridad ocurridos en la zona, más precisamente en el área del segundo puente de la Isla del Río Diamante, donde un automovilista sufrió el ataque con un proyectil de proporciones considerables, que le ocasionó grandes daños en su auto además de los daños físicos sufrido en su persona.
Algunos lectores sostienen que hacer funcionar un semáforo en ese sector será un multiplicador para este tipo de sucesos de inseguridad.
Contraria es la opinión de algunos vecinos del lugar. Al menos por la función primaria del equipo semafórico, de ordenar el tránsito, pero sobre todo de obligar a disminuir la velocidad a los automovilistas. Tal la opinión de los propietarios o encargados de los negocios de regionales del lugar. Dicen estar cansados de observar los accidentes que allí ocurren, dado que por el momento no hay nada que regularice esa situación.
Sostienen que es muy común que ocurran accidentes, por las infracciones de algunos conductores y sobre todo con ciclistas que salen por calle Amapola hacia la ruta y por no esperar el momento adecuado para cruzar, suelen circular en contramano. Pero primordialmente por el exceso de velocidad con el que conducen los automovilistas y camiones que por allí pasan.
En cuanto a la inseguridad, los comerciantes indican que no es tal, ya que ellos en el tiempo que llevan allí no han sufrido ningún tipo de percance, y lo que sufrió aquel conductor se trata de un hecho aislado perpetrado por algún inadaptado, pero que tampoco es habitual.
Claro que los comerciantes no dejan de reconocer que un semáforo, además de significar un aporte al orden del tránsito, representaría un beneficio comercial, al estar los vehículos detenidos por un instante frente a sus negocios. Pero sostienen que si lo que preocupa a los conductores es detenerse allí en horas de la noche, podría disponerse que permanezca en señal de precaución para que no tengan que parar y ser pasibles de algún hecho de inseguridad.