En ese emblemático espacio de Guaymallén, la comunidad educativa del CENS 3-482 (Libertad 820, de Guaymallén) celebró esta tarde el acto de imposición de su nuevo nombre. Desde hoy, y por resolución Nº 058 de la Dirección General de Escuelas (DGE), el establecimiento lleva el del siempre recordado Eduardo Alfredo Pinto, fallecido en trágico accidente en enero de 2008.
Hasta el teatro llegaron artistas locales, amigos y familiares del músico mendocino para participar de un acto que, sin perder su aspecto protocolar, estuvo teñido de emotividad y afecto.
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Eduardo Pinto Ensamble, uno de los proyectos en los que el multiinstrumentista dejó sus imborrables trazos, brindó una exquisita y ovacionada intervención mientras una retrospectiva fotográfica mostraba las mil y una facetas de El Gordo Pinto.
En el último tema, un "choro", Eugenia Moreno tomó la palabra y deslizó el sentir del grupo: "Lo importante es la intensidad con que se vive; esa intensidad con la que vivió Eduardo y con la que sigue viviendo, todavía, en la música".
A continuación se leyó la resolución de la DGE y Daniela Rúffolo, su esposa; la directora del CENS, Ana María Farruchia; y la titular de la DGE, Iris Lima, descubrieron la placa que lleva el nombre del artista. Además del aplauso, el auditorio selló el momento cantándole el "Feliz Cumpleaños" a María, la pequeña hija de Pinto que hoy alcanza su primer año de vida.
Y la placa, además de materializar el deseo de los alumnos del CENS, es un nuevo y merecido homenaje para el entrañable artista. Y es que, en palabras de uno de sus familiares, "Nadie que sea recordado, muere".