Los objetos más insólitos de famosos que fanáticos compraron por miles de dólares
En este mundo, todo depende de quién lo haya tocado antes. Porque cuando se trata de famosos, incluso los objetos más absurdos logran su minuto de gloria.

Se vendió un chicle masticado por Britney Spears. Foto: ZUMA/MGN
Hay personas que guardan entradas de conciertos, autógrafos o camisetas de sus ídolos. Otras van mucho más allá. Existen fans dispuestos a pagar miles de dólares por objetos usados, extraños, ridículos o directamente inservibles. Lo hacen con una sonrisa, y más si son de famosos.
Los objetos más costosos y absurdos
El caso más reciente fue el de un jabón supuestamente usado por Sydney Sweeney. Una pastilla que no tenía nada de especial, salvo haber estado cerca de la actriz. Se vendió por una suma inesperada, despertando el recuerdo de otros objetos aún más absurdos y, por alguna razón, muy cotizados.
Te Podría Interesar
Un pañuelo usado por Scarlett Johansson, con todo y estornudo incluido, alcanzó los 5300 dólares. No tenía diamantes ni fragancia exclusiva, pero sí una buena dosis de ADN. La gente no lo compró por higiene, sino por devoción. Al parecer, el moco de una estrella también cotiza en alza.
Otro clásico de este catálogo es el chicle masticado por Britney Spears. Un pedazo de goma ya usada, que en otro contexto se barrería del piso sin mirarlo, fue subastado por 14 mil dólares. El comprador, orgulloso, aseguró que lo guardaría en una caja de cristal.
Lady Gaga tampoco se salvó. Una de sus uñas postizas, recogida tras un show, terminó en manos de un fanático que pagó 12 mil dólares. Y no se trataba de una uña glamorosa ni decorada. Era solo una extensión caída. Pero claro, venía con el aura Gaga.
Brad Pitt y Angelina Jolie dejaron una marca en el aire, literalmente. Durante una alfombra roja, un frasco fue abierto supuestamente frente a ellos, luego cerrado y vendido como “aire exhalado por la pareja”. El precio: 523 dólares. No había pruebas, solo fe ciega del comprador.
El premio al objeto más insólito se lo lleva William Shatner. El actor vendió una piedra renal, sí, un cálculo, por 25 mil dólares. Aunque el dinero fue donado, la idea de tener una parte del sistema urinario de un famoso en una repisa todavía causa escalofríos.