Los cuatro trucos definitivos para blanquear la bañera

La bañera se usa a diario por eso a veces su limpieza suele dificultarse. Lo cierto es que es importante mantenerla limpia porque justamente es un espacio de higiene familiar. Muchas veces con el uso se van percudiendo y es necesario blanquearla para que las manchas desaparezcan sin dañar el esmalte ni el color.

Hay varios métodos de limpieza para poder conservar el brillo de la bañera. Uno de ellos es usando vinagre y sal. Son ideales para combatir las manchas amarillas. En este caso se añaden dos cucharadas de sal a un vaso lleno de vinagre y se usa la mezcla con un pulverizador. Para limpiar se necesita una esponja suave para no dañar el esmalte de la bañera.

El segundo truco es usar también vinagre, pero con agua caliente. Se coloca el vinagre en un pulverizador y se aplica por toda la bañera. Luego de una hora se coloca el tapón de la bañera y se llena de agua caliente. Los primeros cubos de agua fría deberán caer en un cubo y el resto en la ducha. Mantener llena toda la noche y al otro día vaciar. Aclarar con agua fría y habrá recuperado su blanco original.

Otra alternativa efectiva de limpieza es usar vinagre y bicarbonato de sodio. Juntos forman una solución blanqueadora muy potente. Se espolvorea bicarbonato en las zonas amarillentas y se pulverizan todas las zonas manchadas con vinagre de manzana. Después de media hora enjuagar la superficie con agua, secar con un trapo y el esmalte de la bañera podrá recuperarse.

Por último, un producto que se usa en esta limpieza es la soda cáustica, pero hay que tener precaución porque es muy corrosiva y tiene componentes químicos que pueden ser tóxicos. Se recomienda usar guantes y mascarillas para aplicar el producto en todas las zonas sucias. Luego abrir el grifo y aclarar con agua caliente para eliminar la suciedad.