¿Fue una estafa?: el autor más leído de 2025 no existe y qué hay detrás

Durante semanas, el nombre de Jianwei Xun recorrió redes, ferias de libros y listas de recomendaciones. Era presentado como un filósofo de Hong Kong, silencioso, provocador, con ideas que sacuden certezas. Su libro Hipnocracia se convirtió en lectura obligada en universidades, podcasts y editoriales de opinión.
Te Podría Interesar
Pero todo colapsó cuando se supo la verdad: Jianwei Xun no existe. El supuesto autor es una invención. Detrás del seudónimo está el italiano Andrea Colamedici, quien decidió hacer pasar el texto como una traducción. Una jugada que no fue un descuido, sino una declaración de principios.
Lo que parecía un engaño terminó siendo una obra en capas. Hipnocracia no solo reflexiona sobre el poder, el control y la percepción. También pone a prueba la credibilidad, la urgencia por consumir verdades empaquetadas. La revelación del autor ausente fue parte del mensaje.
Andrea Colamedici no actuó solo. Trabajó en conjunto con dos motores de inteligencia artificial, con los que generó fragmentos del texto, exploró ideas, buscó formas de desdibujar los límites entre lo humano y lo automatizado. El resultado no fue un simple ensayo. Fue un experimento filosófico.
El subtítulo del libro es claro: La nueva arquitectura de la realidad. En sus páginas, se desarrolla una idea inquietante. Ya no vivimos bajo sistemas que reprimen o castigan de forma directa. El control se ejerce de manera más sutil, dentro de la mente, desde los estados de percepción.
No hay un solo mundo. Hay muchos. Realidades filtradas, algorítmicas, manipuladas. Mundos donde el verdadero y el falso se mezclan sin conflicto. Allí, cada persona cree tener el control. Pero lo que piensa, consume y siente está modelado por fuerzas invisibles que configuran lo que se puede pensar.
La economía de la atención no es un concepto menor en Hipnocracia. Plataformas, redes y estímulos compiten por segundos de foco. A mayor distracción, mayor dominio. El pensamiento crítico se debilita, mientras crece una ilusión de libertad. No hay cadenas. Solo hábitos moldeados.
El texto denuncia cómo el sistema se alimenta de todo. Incluso de la crítica. Nada lo amenaza realmente. Todo es absorbido, transformado en contenido, monetizado. Las ideas disidentes se vuelven estéticas, productos de consumo. La disidencia se convierte en mercancía atractiva.
Este libro fue acusado de ser una estafa. Pero sus lectores más atentos entendieron que esa acusación confirmaba su tesis. El escándalo por la identidad del autor fue parte de la experiencia. Nadie se detuvo a pensar si lo que decía tenía sentido. Solo importaba si el autor era real.