Japón y la idea más ambiciosa del siglo: energía solar desde el espacio

Japón está a punto de protagonizar uno de los experimentos tecnológicos más audaces de las últimas décadas. Se trata de transmitir energía solar desde una planta ubicada en el espacio hacia la Tierra. Un concepto que hasta hace poco parecía inalcanzable ahora empieza a tomar forma gracias al trabajo conjunto entre científicos, agencias estatales y empresas privadas.
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La Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) encabeza esta misión junto a varios actores clave del sector energético. El objetivo es desplegar una planta solar en órbita equipada con paneles gigantes de hasta dos kilómetros de extensión. Desde allí, se capturará energía solar sin interrupciones y se enviará al planeta mediante microondas.
El anuncio ha generado expectativa por las implicaciones técnicas y económicas del proyecto. La energía solar espacial no depende de las nubes ni de los ciclos del día. Al estar fuera de la atmósfera, la captación de luz solar es constante. Eso transforma la forma en que se genera y se distribuye la electricidad en la Tierra.
El proyecto contempla estaciones receptoras diseñadas para captar esas microondas. Una de las más avanzadas es el modelo desarrollado dentro del programa OHISAMA. Estas estaciones ocupan un espacio que podría alcanzar hasta 40 kilómetros cuadrados, con antenas capaces de recibir la señal de forma precisa y convertirla en electricidad útil.
Esta innovación se apoya en una serie de avances previos. Desde hace años, Japón investiga la viabilidad de esta tecnología. En 2015, se logró transmitir 1,8 kilovatios a una distancia de 50 metros. Ese experimento marcó un punto de partida. Desde entonces, los desarrollos se han centrado en aumentar la escala, mejorar la seguridad y reducir los costos.