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El misterio de la riqueza del Vaticano: cifras reveladas y secretos intactos

El papa Francisco, sin embargo, insistió en limpiar la imagen de la Iglesia. Sabe que la transparencia es un valor exigido por la sociedad moderna.
La Iglesia no es una empresa, pero funciona como una maquinaria compleja. Foto: Beauty-places.com
La Iglesia no es una empresa, pero funciona como una maquinaria compleja. Foto: Beauty-places.com

Durante siglos, la Iglesia católica ha acumulado poder, tierras y dinero. Sin embargo, su patrimonio sigue siendo uno de los temas más opacos del mundo moderno. Casi nada se conoce con certeza, y lo que se muestra apenas representa una parte del rompecabezas.

El papa Francisco, desde su llegada al Vaticano, impulsó una apertura financiera sin precedentes. En 2021, por primera vez, se hizo público el balance de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica. Esa oficina gestiona inversiones, propiedades y fondos internos. Su objetivo es mantener el funcionamiento de la Santa Sede. El último informe conocido indica un beneficio de más de 52 millones de dólares y un crecimiento de activos cercano a los 8 millones.

Es un rompecabezas.

Sin embargo, esa cifra no muestra todo el panorama. Lo informado excluye terrenos, edificios históricos y otras inversiones de largo plazo. Tampoco contempla el Banco del Vaticano, cuyas reservas superan los 1.000 millones según la última estimación conocida.

Las propiedades que están bajo dominio de la Iglesia superan las cinco mil, solo en Italia. Cerca del 20% están alquiladas, lo que genera ingresos constantes. Se estima que el total de sus bienes inmuebles equivale a más de 84 millones de dólares. Este cálculo no es oficial. Parte de datos filtrados, investigaciones periodísticas y proyecciones inmobiliarias. Aunque la Iglesia rechaza las versiones que exageran su riqueza, no ha ofrecido una cifra global que lo desmienta. La duda permanece.

Los templos y basílicas no entran en ese conteo. En América Latina, la Iglesia ha recibido durante décadas donaciones, herencias y propiedades. Muchas han sido vendidas, otras siguen en uso. En algunos países posee tierras rurales, edificios en zonas céntricas y hasta acciones en empresas locales.

Hay mucho dinero en juego.

El Concordato, firmado con distintos Estados, le otorga beneficios fiscales. En Italia, hasta hace poco, no pagaba impuestos por sus inmuebles. Aunque la normativa cambió, existen excepciones. Eso ha generado protestas, sobre todo en ciudades donde la vivienda es escasa.

El Banco del Vaticano funciona como una institución independiente. Opera con normas propias y resguarda fondos de congregaciones, misiones y órdenes religiosas. No concede préstamos al público. Su actividad es interna, discreta y celosa de su autonomía.

Las órdenes religiosas tienen también sus propios patrimonios. Algunas administran universidades, hospitales, escuelas y fundaciones. El dinero que manejan no siempre se conecta con los números del Vaticano. Son circuitos separados, aunque bajo la misma fe.