Panna cotta con frutos rojos: un postre elegante y refrescante

La panna cotta es un postre italiano que destaca por su textura suave y sedosa, similar a un flan pero sin huevos, lo que lo convierte en una opción ligera y elegante. Su nombre, que en italiano significa “nata cocida”, hace referencia a su método de preparación, en el cual la nata se calienta con azúcar y gelatina para obtener una consistencia cremosa y firme al enfriarse. Este postre se ha convertido en una opción popular en la alta cocina y en los hogares debido a su facilidad de preparación y versatilidad.

Uno de los mayores atractivos de la panna cotta es su capacidad de combinarse con una amplia variedad de sabores y acompañamientos. Entre las opciones más apreciadas, se encuentran los frutos rojos, que aportan un equilibrio perfecto entre dulzura y acidez, realzando el sabor de la crema sin opacarlo. Frutas como fresas, frambuesas, moras y arándanos no solo añaden un toque de frescura, sino que también brindan una presentación visualmente atractiva, convirtiendo este postre en un deleite tanto para el paladar como para la vista.

Otra gran ventaja de la panna cotta es que se puede preparar con anticipación, lo que la hace ideal para cenas y eventos especiales. Al refrigerarse durante varias horas, la mezcla adquiere su característica textura firme pero delicada. Además, se puede servir en moldes individuales o en un solo recipiente grande, adaptándose a cualquier ocasión. ¡Vamos a la receta!

Ingredientes

Para la panna cotta: nata para montar (500 ml), leche entera (100 ml), azúcar (80 g), gelatina en láminas (3 unidades) o gelatina en polvo (7 g), esencia de vainilla (1 cucharadita).

Para la salsa de frutos rojos: fresas (100 g), frambuesas (100 g), moras (100 g), arándanos (50 g), azúcar (50 g), zumo de limón (1 cucharada), agua (50 ml).

Procedimiento

1. Si usas gelatina en láminas, colócala en un bol con agua fría y deja que se hidrate durante 5-10 minutos. Si usas gelatina en polvo, espolvorea la gelatina sobre 50 ml de leche fría y deja reposar hasta que se forme una mezcla espesa.
2. En una cacerola a fuego medio, vierte la nata y la leche restante. Agrega el azúcar y remueve suavemente con una espátula o cuchara de madera. Calienta la mezcla sin que llegue a hervir, ya que el calor excesivo puede afectar la textura final del postre.
3. Una vez que la nata esté caliente y el azúcar disuelto, retira la cacerola del fuego. Exprime el exceso de agua de las hojas de gelatina hidratadas y agrégalas a la mezcla caliente. Si usas gelatina en polvo, simplemente incorpora la mezcla espesa a la cacerola. Remueve bien hasta que la gelatina se disuelva por completo. Luego, añade la esencia de vainilla y mezcla nuevamente.
4. Distribuye la mezcla en moldes individuales o en un solo molde grande. Deja enfriar a temperatura ambiente durante unos 30 minutos y luego refrigera por al menos 4 horas, o hasta que la panna cotta esté completamente firme.

Prepara la salsa de frutos rojos

1. En una cacerola a fuego medio, coloca las fresas, frambuesas, moras y arándanos. Agrega el azúcar, el zumo de limón y el agua. Cocina la mezcla durante 10-15 minutos, removiendo ocasionalmente hasta que las frutas se deshagan y la salsa espese ligeramente. Si prefieres una textura más lisa, puedes licuar la salsa y colarla para eliminar semillas. Luego, deja enfriar.

Una vez que la panna cotta esté lista, desmóldala con cuidado sumergiendo brevemente la base del molde en agua caliente para facilitar el proceso. Si la sirves en vasos o recipientes individuales, simplemente añade la salsa por encima. Decora con algunos frutos rojos frescos y, si deseas, con unas hojas de menta para un toque de color. ¡Y a disfrutar! Recuerda, si tienes dudas o quieres aportar sugerencias de recetas, nos puedes contactar a cocinemosjuntosmdz@gmail.com te contestaremos a la brevedad.