Síntomas que indican que necesitas comer más proteínas

Uno de los primeros síntomas de la falta de proteínas en tu cuerpo aparece con la fatiga persistente. Si no hay suficientes elementos para generar hemoglobina, el oxígeno no circula correctamente. Eso provoca cansancio constante, incluso después de dormir varias horas o descansar las horas adecuadas.

La debilidad muscular también entra en juego. Las tareas comunes se vuelven más exigentes y los movimientos pierden firmeza. El cuerpo trata de sostenerse, pero sin proteínas no lo logra. La cicatrización lenta es otra señal que conviene observar. Las heridas pequeñas tardan más de lo esperado en cerrar, y algunas se inflaman o se irritan con facilidad. Esto ocurre porque los tejidos no tienen los recursos necesarios para repararse con normalidad.

Además, la pérdida de masa muscular se hace evidente con el tiempo. El cuerpo, al no tener energía suficiente, recurre a los músculos como reserva. Esto genera un desgaste que afecta la postura, la fuerza y el equilibrio general.También puede haber desequilibrios hormonales. En las mujeres, es común notar irregularidades en el ciclo menstrual, mientras que en general hay cambios de humor inesperados. 

La caída del cabello es otra pista. La proteína participa en la formación de queratina, sustancia que fortalece el pelo desde la raíz. Cuando hay deficiencia, el cabello se vuelve más fino, se quiebra con facilidad y se cae en mayor cantidad. Un sistema de defensa débil también es síntoma de baja ingesta proteica. Las infecciones aparecen con más frecuencia y el cuerpo tarda más en recuperarse. La producción de anticuerpos depende, en parte, del consumo de estos nutrientes.

La piel y las uñas también reflejan la falta de proteínas. Se vuelven más frágiles, se resecan y pierden elasticidad. Las uñas se rompen con facilidad y dejan de crecer con normalidad. Esto también afecta la apariencia y genera incomodidad. El cuerpo puede retener líquidos como reacción a la falta de nutrientes. La hinchazón en tobillos, piernas o manos aparece sin causa aparente. 

Para evitar estos problemas, conviene sumar alimentos ricos en proteína todos los días. Huevos, pescado, pollo, carne roja en porciones adecuadas y lácteos son buenas fuentes. También lo son las legumbres, las nueces y las semillas.