Si eres fan de la pasta prepara espagueti a la carbonara en pocos pasos

La pasta carbonara es una joya clásica de la cocina italiana que ha conquistado paladares en todo el mundo. Originaria de Roma, esta receta se caracteriza por su simplicidad y elegancia, combinando ingredientes básicos para crear una salsa cremosa y sabrosa sin necesidad de nata o crema de leche. La carbonara tradicional se basa en la calidad de sus componentes: un buen queso pecorino romano, guanciale (un embutido italiano similar a la panceta pero más sabroso), yemas de huevo frescas y, por supuesto, pasta al dente, preferiblemente espagueti.

La magia de este plato radica en la técnica. No se trata simplemente de mezclar ingredientes, sino de lograr una emulsión perfecta entre el queso, el huevo y la grasa liberada por el guanciale. El calor residual de la pasta cocina el huevo justo lo suficiente para obtener una salsa cremosa, sin llegar a convertirla en un revoltillo. Por eso, controlar la temperatura es fundamental.

Muchos suelen adaptar esta preparación usando panceta o incluso bacon, pero si quieres experimentar el auténtico sabor romano, vale la pena buscar guanciale. Lo mismo ocurre con el queso: el pecorino romano aporta ese toque salado e intenso que define a la carbonara. ¡Vamos a la receta!

Ingredienetes

espagueti 400 g, guanciale 150 g, pecorino romano rallado 100 g, yemas de huevo 4, huevo entero 1, sal fina al gusto, pimienta negra recién molida al gusto.

Procedimiento

1. Antes de comenzar la cocción, prepara todo. Corta el guanciale en tiras finas o cubos pequeños, ralla el pecorino romano y colócalo en un bol. Separa las cuatro yemas de huevo y añade un huevo entero para dar más estructura a la salsa. Bate ligeramente los huevos y mézclalos con el queso rallado hasta obtener una pasta densa. Reserva.
2. Llena una olla grande con abundante agua y llévala a ebullición. Cuando el agua hierva, añade una generosa cantidad de sal. Luego incorpora los espaguetis y cuécelos hasta que estén al dente, siguiendo las instrucciones del paquete, pero restando un minuto al tiempo recomendado.
3. Mientras la pasta se cocina, coloca una sartén grande a fuego medio. Añade el guanciale sin aceite, ya que liberará su propia grasa. Cocina lentamente, removiendo de vez en cuando, hasta que esté dorado y crujiente pero aún jugoso. Baja el fuego al mínimo para mantener el guanciale caliente sin que se queme.
4. Cuando los espaguetis estén listos, reserva una taza del agua de cocción y escurre la pasta. Inmediatamente, transfiérela a la sartén con el guanciale, subiendo ligeramente el fuego. Mezcla bien para que la pasta se impregne con la grasa del guanciale. Saltea durante un minuto, añadiendo un poco del agua reservada si ves que está demasiado seco.
5. Retira la sartén del fuego para evitar que el huevo se coagule. Espera unos 30 segundos y luego añade la mezcla de huevos y pecorino. Mezcla rápida y vigorosamente para que los huevos se cocinen suavemente con el calor residual, creando una salsa cremosa que envuelva la pasta. Si la salsa queda demasiado espesa, incorpora gradualmente pequeñas cantidades de agua de cocción caliente hasta lograr una textura sedosa.

Prueba y ajusta de sal si es necesario, recordando que el pecorino y el guanciale ya son bastante salados. Espolvorea generosamente con pimienta negra recién molida. Sirve de inmediato en platos hondos, espolvoreando si quieres un poco más de pecorino romano por encima para intensificar el sabor. ¡Y a disfrutar! Recuerda, si tienes dudas o quieres aportar sugerencias de recetas, nos puedes contactar a cocinemosjuntosmdz@gmail.com te contestaremos a la brevedad.