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Jugo de remolacha con zanahoria y limón: qué pasa en tu cuerpo tras 21 días

Recuerda que la salud no siempre está en pastillas o en recetas difíciles. A veces, empieza con una remolacha y una zanahoria.

Napsix martes, 22 de abril de 2025 · 19:31 hs
Jugo de remolacha con zanahoria y limón: qué pasa en tu cuerpo tras 21 días
Si lo tomas en ayunas, sentirás su efecto más directo. Foto: Archivo

El jugo de remolacha, zanahoria y limón actúa desde el primer vaso. Su efecto se siente en los niveles de energía y en la forma en que el organismo responde. En las primeras 24 horas, notarás una mejoría en la circulación. Al llegar más oxígeno a los músculos y al cerebro, se experimenta una mayor claridad mental y menos fatiga. Este cambio se percibe al caminar, trabajar o incluso pensar con más fluidez.

A las 48 horas, el hígado empieza a agradecer la betaína de la remolacha. Este nutriente ayuda a procesar las toxinas que se acumulan por estrés, alimentos procesados o falta de sueño. No se nota con un cambio drástico, pero el intestino comienza a moverse mejor y los síntomas de hinchazón disminuyen.

Notarás los cambios de manera progresiva.

Al completar una semana, se empieza a notar una recuperación general. El hierro de la remolacha y el potasio de la zanahoria trabajan juntos. El resultado es una sensación de menos cansancio al despertar y una mejor respuesta ante los entrenamientos o tareas del día. Incluso quienes no hacen ejercicio notan más firmeza en la postura.

Durante este tiempo, el sistema digestivo también encuentra un nuevo ritmo. Al llegar al día 14, el sistema nervioso se ve fortalecido por el folato. Este nutriente presente en la remolacha y la zanahoria mejora el estado de ánimo, regula el descanso y favorece la regeneración celular. Las mujeres en etapas de mucho trabajo o cambios hormonales lo agradecen.

Te sentirás con más energía.

Los cambios también se notan en la piel. Menos granitos, menos sensación de sequedad, más brillo natural. Pasadas tres semanas, los beneficios se consolidan. El estómago ya no se inflama después de cada comida. La acidez desaparece y el tránsito intestinal se regula. No se trata de una cura milagrosa, sino de una sinergia de ingredientes naturales que colaboran entre sí. El cuerpo reconoce estos elementos y los utiliza a su favor.

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