Receta fácil de canelés de Bordeaux: el postre francés perfecto
Aprende paso a paso y fácilmente a preparar unos deliciosos canelés de bordeaux con nuestra receta favorita e imbatible.
Los canelés de Bordeaux son una auténtica joya de la pastelería francesa, originaria de la región de Burdeos, en el suroeste de Francia. Estos pequeños pasteles, conocidos por su distintiva forma cilíndrica, tienen una textura única que los hace irresistibles: un exterior crujiente y caramelizado, que encierra un interior suave y delicadamente cremoso. La combinación de su sabor a vainilla y ron les otorga una sofisticación que los convierte en un verdadero placer para los sentidos.

Aunque su historia es un tanto nebulosa, se cree que los canelés fueron creados en el siglo XVIII por monjas de la región, quienes utilizaban el exceso de yemas de huevo para hacer estos dulces. Con el tiempo, se fueron perfeccionando y ganaron popularidad no solo en Burdeos, sino en toda Francia y más allá. Tradicionalmente cocidos en moldes de cobre, los canelés requieren paciencia y precisión, ya que el equilibrio entre la corteza crujiente y el centro tierno es clave para su éxito.
Hoy en día, los canelés se disfrutan como un manjar exclusivo que se puede encontrar en pastelerías selectas o preparar en casa, siempre que se sigan las tradicionales técnicas que garantizan su textura inconfundible. ¡Vamos a la receta!

Ingredientes
500 ml de leche entera, 50 g de mantequilla sin sal, 2 vainas de vainilla (o 1 cucharada de extracto de vainilla), 100 g de harina de trigo, 200 g de azúcar, 2 huevos, 2 yemas de huevo, 50 ml de ron oscuro (puede sustituirse por ron blanco, pero el sabor no será el mismo), 1 cucharada de mantequilla derretida (para engrasar los moldes), 1 pizca de sal, moldes para canelé (de cobre o silicona, los de cobre son tradicionales), batidor de mano, cazo pequeño, colador fino, espátula de silicona, pincel de cocina.
Procedimiento
- Coloca la leche en un cazo pequeño junto con las vainas de vainilla abiertas (o el extracto de vainilla). Si usas las vainas, raspa las semillas con un cuchillo y agrégalas al cazo junto con las vainas.
- Lleva la leche a fuego medio hasta que esté a punto de hervir. Retira del fuego y agrega la mantequilla. Deja reposar unos minutos para que la mantequilla se derrita y la vainilla infunda la leche. Retira las vainas de vainilla si las has usado.
- En un bol grande, bate los huevos, las yemas, el azúcar y la pizca de sal hasta que la mezcla se vuelva suave y ligeramente espumosa.
- Tamiza la harina y agrégala a la mezcla de huevos y azúcar. Mezcla suavemente para que no queden grumos.
- Poco a poco, vierte la leche infusionada con la vainilla (ya templada) sobre la mezcla de harina y huevos, batiendo constantemente con el batidor de mano para evitar que se formen grumos. Añade el ron y sigue batiendo hasta que la mezcla esté completamente integrada y homogénea.
- Cubre el bol con film transparente y deja reposar la masa en el refrigerador durante al menos 24 horas. Este paso es crucial para obtener la textura correcta del canelé, ya que permite que la harina absorba bien los líquidos y el almidón se hidrate, lo que da como resultado una miga más suave.
- Si estás utilizando moldes de cobre, necesitarás engrasarlos con mantequilla derretida para asegurar que los canelés se desmolden fácilmente después de hornear. Si usas moldes de silicona, este paso no es necesario. Usa un pincel de cocina para engrasar bien las paredes del molde y asegúrate de que no queden restos de mantequilla.
- Precalienta el horno a 250°C (482°F).
- Saca la masa del refrigerador y revuélvela suavemente. Vierte la masa en los moldes engrasados, llenándolos solo hasta dos tercios de su capacidad. Coloca los moldes en la rejilla del horno y hornea durante 10 minutos a 250°C para que los canelés formen una corteza crujiente.
- Después de los primeros 10 minutos, reduce la temperatura a 180°C (356°F) y continúa horneando durante 50-60 minutos más, o hasta que los canelés estén bien dorados y tengan una textura firme por fuera. La cocción puede variar ligeramente según el tamaño de los moldes, así que es importante vigilarlos para obtener el color y la textura perfectos.

Una vez listos, saca los canelés del horno y deja que se enfríen en los moldes durante unos minutos. Luego, desmóldalos con cuidado. Colócalos sobre una rejilla para que se enfríen completamente antes de servir.
¡Ahora podrás saborear unos deliciosos canelés de Bordeaux en casa, con su exterior crujiente y su interior suave y aromático! ¡Y a disfrutar! Recuerda, si tienes dudas o quieres aportar sugerencias de recetas, nos puedes contactar a cocinemosjuntosmdz@gmail.com te contestaremos a la brevedad.

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