Receta tradicional de boules de Berlin: deliciosos bollos alemanes caseros
Aprende paso a paso y fácilmente a preparar unas deliciosas boules de Berlin con nuestra receta favorita e imbatible.
Las boules de Berlin, también conocidas como Berliner o Krapfen, son un delicioso y tradicional postre alemán que ha conquistado no solo el paladar de los alemanes, sino también el de muchos alrededor del mundo. Este suave bollo frito, relleno de mermelada y espolvoreado con azúcar glass, es una verdadera delicia que suele aparecer en celebraciones especiales, como el Carnaval, la Navidad o el Año Nuevo. Su origen se remonta a la ciudad de Berlín, aunque existen versiones similares en varios países europeos, con diferentes nombres y variaciones en el relleno.

A pesar de su apariencia simple, la boule de Berlin es un verdadero placer para los sentidos. La masa es ligera y aireada, mientras que el interior ofrece una combinación perfecta de dulzura y sabor, gracias a la mermelada de frutas . Su popularidad creció a lo largo de los siglos, convirtiéndolo en un símbolo de la repostería alemana.
Esta receta tradicional de boules de Berlin es perfecta para aquellos que desean sorprender a sus invitados con un postre casero, que, aunque requiere algo de tiempo, recompensa con su sabor inconfundible. ¡Vamos a la receta!

Ingredientes
500 g de harina de trigo, 70 g de azúcar, 2 cucharaditas de levadura seca de panadería, 1/2 cucharadita de sal, 2 huevos, 250 ml de leche tibia, 80 g de mantequilla derretida, 1 cucharadita de esencia de vainilla, 10 g de azúcar vainillado, 1 cucharada de ron (opcional), 1 taza de mermelada de frambuesa o al gusto, aceite vegetal para freír, azúcar glass (al gusto para espolvorear).
Procedimiento
Prepara la masa
- En un recipiente pequeño, mezcla la levadura seca con 2 cucharadas de azúcar y la leche tibia. Deja reposar durante unos 10 minutos, hasta que la mezcla empiece a burbujear y a espumar. Este es el indicador de que la levadura está activa.
- En un bol grande, tamiza la harina junto con la sal. Haz un hueco en el centro de la harina y agrega la mezcla de levadura activada.
- Incorpora los huevos batidos, el azúcar vainillado, la mantequilla derretida, la esencia de vainilla y el ron (si lo estás usando). Mezcla todos los ingredientes hasta obtener una masa suave.
- Vuelca la masa sobre una superficie ligeramente enharinada y comienza a amasar durante unos 8-10 minutos, hasta que la masa sea elástica y suave. Si la masa está demasiado pegajosa, puedes añadir un poco más de harina, pero ten cuidado de no agregar demasiada.
- Coloca la masa en un bol ligeramente enharinado y cúbrela con un paño limpio. Deja reposar en un lugar cálido durante aproximadamente 1-1,5 horas, o hasta que la masa haya duplicado su tamaño.
Forma los bollos
- Después de que la masa haya levado, colócala nuevamente sobre la superficie de trabajo y presiona ligeramente para liberar el aire.
- Divide la masa en pequeñas porciones (aproximadamente 60-70 g por bollo). Forma bolas suaves con las manos, asegurándote de que queden bien redondas. Coloca las bolas sobre una bandeja de horno ligeramente enharinada, dejando espacio entre ellas.
- Cubre nuevamente con el paño limpio y deja reposar durante unos 30-40 minutos, hasta que los bollos hayan vuelto a crecer y estén más esponjosos.
Fríe los bollos
- Calienta suficiente aceite en una sartén profunda o freidora a unos 170-180°C. Si no tienes termómetro, puedes comprobar la temperatura con un trozo pequeño de masa; si burbujea y sube rápidamente a la superficie, el aceite está listo.
- Coloca los bollos en el aceite caliente con cuidado, sin amontonarlos. Fríe de 2 a 3 bollos a la vez, dándoles la vuelta para que se cocinen de manera uniforme. Fríe hasta que estén dorados por fuera, lo que debería tomar unos 3-4 minutos por cada lado.
- Retira los bollos fritos y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.

Deja que los bollos se enfríen ligeramente. Luego, usando una jeringa para repostería o una manga pastelera con una boquilla fina, rellena cada bollo con la mermelada que hayas elegido.
Justo antes de servir, espolvorea generosamente los bollos con azúcar glass para darles un toque dulce y elegante.
Las boules de Berlin están listas para saborear, perfectas para acompañar con un café o té. ¡Y a disfrutar! Recuerda, si tienes dudas o quieres aportar sugerencias de recetas, nos puedes contactar a cocinemosjuntosmdz@gmail.com te contestaremos a la brevedad.

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