Cómo preparar ossobuco con gremolata en casa
Aprende paso a paso y fácilmente a preparar un delicioso ossobuco con gremolata con nuestra receta favorita e imbatible.
El ossobuco con gremolata es un plato emblemático de la cocina italiana, originario de la región de Lombardía, y especialmente popular en la ciudad de Milán. Este plato se caracteriza por utilizar una pieza de carne de ternera, específicamente el jarrete, que se corta en rodajas gruesas y se cocina lentamente hasta alcanzar una textura extremadamente tierna y jugosa. El término "ossobuco" se traduce literalmente como "hueso con agujero", en referencia al hueso con médula presente en el centro de cada rodaja, que aporta un sabor y riqueza únicos al guiso.
El ossobuco se cocina en una mezcla aromática de verduras, vino blanco, tomates y caldo, creando una salsa profunda y sabrosa que complementa perfectamente la carne. Lo que hace que este plato sea verdaderamente especial es la gremolata, una mezcla fresca y vibrante de perejil, ajo y ralladura de cítricos, que se espolvorea sobre el ossobuco justo antes de servir. Esta adición final aporta un contraste refrescante y aromático que realza los sabores del plato, convirtiéndolo en una experiencia culinaria memorable.
Ideal para ocasiones especiales o cenas familiares, el ossobuco con gremolata es una demostración del arte de la cocina lenta y meticulosa, donde cada ingrediente juega un papel crucial en la creación de un plato exquisito y lleno de tradición. ¡Vamos a la receta!
Ingredientes
Para el ossobuco: 4 piezas de ossobuco de ternera (aproximadamente 4 cm de grosor cada una), Sal y pimienta al gusto, Harina para enharinar, 4 cucharadas de aceite de oliva extra virgen, 2 zanahorias grandes, picadas finamente, 2 ramas de apio, picadas finamente, 1 cebolla grande, picada finamente, 3 dientes de ajo, picados finamente, 1 taza de vino blanco seco, 400 g de tomates enlatados, picados (o 4 tomates frescos pelados y picados), 1 taza de caldo de carne (puede ser más, dependiendo de la cocción), 2 hojas de laurel, 2 ramas de tomillo fresco, 1 rama de romero fresco, 1 tira de cáscara de limón (sin la parte blanca), 2 cucharadas de mantequilla.
Para la gremolata: 1 manojo de perejil fresco, finamente picado, 2 dientes de ajo, picados finamente, ralladura de 1 limón, ralladura de 1 naranja.
Procedimiento
Prepara la carne
- Seca las piezas de ossobuco con toallas de papel.
- Salpimienta generosamente ambos lados de cada pieza.
- Enharina ligeramente cada pieza, sacudiendo el exceso de harina.
- En una cazuela grande y pesada, calienta el aceite de oliva a fuego medio-alto.
- Añade las piezas de ossobuco y dóralas por ambos lados hasta que estén bien doradas (unos 4-5 minutos por lado). Esto ayudará a desarrollar un sabor profundo.
- Retira las piezas de ossobuco de la cazuela y resérvalas en un plato.
Prepara el sofrito
- En la misma cazuela, añade un poco más de aceite si es necesario.
- Agrega las zanahorias, el apio y la cebolla. Cocina a fuego medio hasta que estén tiernos y dorados, aproximadamente 8-10 minutos.
- Añade el ajo picado y cocina por 1 minuto más, asegurándote de no quemarlo.
- Añade el vino blanco a la cazuela para desglasar, raspando los trozos dorados del fondo. Deja que el vino se reduzca a la mitad.
- Agrega los tomates picados y cocina por unos minutos hasta que se integren bien.
- Vuelve a colocar las piezas de ossobuco en la cazuela, asegurándote de que queden bien acomodadas en una sola capa.
- Añade el caldo de carne, las hojas de laurel, el tomillo, el romero y la tira de cáscara de limón.
- Lleva a ebullición, reduce el fuego y tapa la cazuela. Cocina a fuego lento durante aproximadamente 1.5 a 2 horas, o hasta que la carne esté tierna y se desprenda fácilmente del hueso. Revisa de vez en cuando y agrega más caldo si es necesario para mantener la carne parcialmente sumergida.
- Cuando el ossobuco esté listo, retira las piezas y colócalas en un plato caliente. Retira las hierbas y la cáscara de limón de la cazuela.
- Si es necesario, reduce la salsa a fuego medio hasta que espese a tu gusto. Añade la mantequilla para darle un acabado brillante y suave.
Prepara la gremolata
- En un bol pequeño, combina el perejil picado, el ajo y las ralladuras de limón y naranja. Mezcla bien y resérvala.
Sirve cada pieza de ossobuco caliente, bañada con la salsa reducida. Espolvorea generosamente la gremolata por encima justo antes de servir y acompaña con un risotto alla milanese, puré de papas, o una buena polenta. ¡Saborea este clásico plato italiano lleno de sabor y textura! ¡Y a disfrutar! Recuerda, si tienes dudas o quieres aportar sugerencias de recetas, nos puedes contactar a cocinemosjuntosmdz@gmail.com te contestaremos a la brevedad.