Preciosos pero desobedientes: las razas de perros que nunca te harán caso
Que la apariencia tierna de estos perros no te engañen, son muy rebeldes y desobedientes.
A la hora de elegir un compañero en el hogar podemos tener en cuenta varios factores. Entre ellos el tamaño del perro o su personalidad. Aunque no lo creas, existen diferentes tendencias en la personalidad según la raza de perro que elijamos tener. Por ejemplo, podemos encontrar algunos muy tranquilos y obedientes y otras razas que tienden a ser consideradas muy traviesas. Hoy hablaremos de este segundo grupo.
Obviamente, la forma en la que se cria el animal estará muy presente en la forma de ser que adopte el perro a lo largo de su vida, pero en su naturaleza no está ser una mascota obediente. Los siguientes perros no sólo se destacan por ser razas hermosas de perros sino también por su carácter rebelde a la hora de acatar órdenes de sus dueños.
El beagle
Este perro suele ser uno de los más elegidos por familias ya que son ideales para jugar con niños, además su aspecto tierno hace que luzcan como perros obedientes. La realidad es que son perros muy inteligentes que tienden a tomar sus propias decisiones más allá de hacerle caso a sus dueños. A pesar de esto, su misma inteligencia hace que aprenda rápido, si eres una persona que se enfoca en su adiestramiento lo puedas lograr con paciencia y constancia.
El Chihuahua
Aunque su aspecto pequeño te haga pensar que es una mascota ideal para tener tranquilidad en el hogar, no te dejes engañar. Esta raza de perro tiende a tener un carácter fuerte y una actitud constantemente nerviosa. Estos pequeños requieren de mucho entrenamiento para portarse bien, pero una vez que lo logren se convierten en perros muy compañeros e ideales para tener en el hogar.
Basset Hound
Este perro es uno de los más desobedientes que puedes encontrar. A pesar de su aspecto de perros tranquilos y tiernos, se convierten en una de las razas más rebeldes. Este animal, que se caracteriza por sus orejas y ojos caídos, también se caracteriza por no oír las órdenes de sus dueños e ignorarlos completamente.