Scones de queso fáciles y rápidos: ¡listos en 30 minutos!
Aprende paso a paso y fácilmente a preparar unos deliciosos scones de queso con nuestra receta favorita e imbatible.
Los scones de queso son una deliciosa variación salada de los tradicionales scones británicos, conocidos por su textura suave y hojaldrada. Originarios del Reino Unido, los scones suelen disfrutarse durante el té de la tarde, pero esta versión con queso ofrece una opción sabrosa ideal para cualquier momento del día. La combinación de una masa ligeramente crujiente por fuera y tierna por dentro, junto con el sabor intenso del queso cheddar, hace que estos scones sean irresistibles.
Estos scones son increíblemente versátiles; pueden servirse como aperitivo, acompañamiento para sopas y ensaladas, o incluso como un bocadillo rápido. Puedes añadir ingredientes como hierbas frescas, pimienta negra, o incluso trocitos de jamón para darles un toque personal. Además, son sencillos y rápidos de preparar, lo que los convierte en una opción excelente para cualquier ocasión, ya sea un brunch informal o una merienda especial.
Hornear scones de queso en casa no solo garantiza un producto fresco y delicioso, sino que también te permite disfrutar del placer de crear algo desde cero, llenando tu hogar con el aroma cálido y reconfortante de la masa horneada y el queso fundido. ¡Vamos a la receta!
Ingredientes
Ingredientes secos: 300 g de harina de trigo (preferiblemente de todo uso, tamizada), 1 cucharada de polvo de hornear (15 g), 1/2 cucharadita de sal (3 g), 1/2 cucharadita de azúcar (2 g, opcional).
Ingredientes grasos: 80 g de mantequilla fría (cortada en cubos pequeños).
Ingredientes húmedos: 120 ml de leche (preferiblemente entera), 1 huevo grande, 1 cucharadita de mostaza Dijon (5 g, opcional).
Ingredientes principales: 150 g de queso cheddar (rallado grueso), 30 g de queso parmesano (opcional, para espolvorear encima antes de hornear).
Opcional: Pimienta negra molida (al gusto), cebollino picado o perejil (15 g).
Procedimiento
- Precalienta el horno a 200°C (392°F). Es importante que el horno esté bien caliente antes de introducir los scones.
- Prepara una bandeja para hornear cubriéndola con papel de horno o engrasándola ligeramente con mantequilla.
- En un bol grande, tamiza la harina junto con el polvo de hornear, la sal y el azúcar. Mezcla bien para asegurar una distribución uniforme de los ingredientes.
- Añade los cubos de mantequilla fría a la mezcla de harina. Utiliza un mezclador de masa o las puntas de los dedos para trabajar la mantequilla con la harina hasta que la mezcla se asemeje a migas gruesas. Es importante no sobrecalentar la mantequilla para mantener la textura hojaldrada.
- Incorpora el queso cheddar rallado y, si lo deseas, un poco de pimienta negra molida y cebollino picado. Mezcla ligeramente para distribuir el queso por toda la masa.
- En un bol aparte, bate el huevo con la leche y la mostaza Dijon. Luego, añade esta mezcla a los ingredientes secos, removiendo con una espátula o cuchara de madera hasta que se forme una masa suave. Si la masa parece demasiado seca, puedes agregar un poco más de leche, una cucharada a la vez.
- Enharina ligeramente una superficie de trabajo y vuelca la masa sobre ella. Amasa suavemente unas pocas veces hasta que la masa esté suave. No trabajes demasiado la masa para evitar que los scones queden duros.
- Forma la masa en un círculo de unos 2.5 cm de grosor. Utiliza un cortador de galletas redondo o un cuchillo para cortar los scones. Colócalos en la bandeja de hornear, dejando un poco de espacio entre cada uno.
- Si lo deseas, espolvorea un poco de queso parmesano rallado sobre cada scone antes de hornear.
- Hornea en el horno precalentado durante 12-15 minutos, o hasta que los scones estén dorados y bien inflados. Para verificar si están listos, puedes insertar un palillo en el centro de uno; si sale limpio, los scones están listos.
Una vez horneados, saca los scones del horno y déjalos enfriar durante unos minutos en la bandeja antes de transferirlos a una rejilla para que se enfríen por completo. Sirve los scones tibios o a temperatura ambiente. Puedes acompañarlos con mantequilla, mermelada, o simplemente disfrutarlos solos.
Estos scones de queso son deliciosos tal como están, pero también puedes experimentar añadiendo otros ingredientes como trocitos de jamón, aceitunas, o diferentes hierbas para adaptarlos a tu gusto. ¡Y a disfrutar!! Recuerda, si tienes dudas o quieres aportar sugerencias de recetas, nos puedes contactar a cocinemosjuntosmdz@gmail.com te contestaremos a la brevedad.