¡Sorprende a todos con un rico helado casero de almendra de aspecto profesional!
Aprende paso a paso y fácilmente a preparar un delicioso helado de almendra con nuestra receta favorita e imbatible.
El helado de almendra, con su suavidad cremosa y su sabor delicadamente dulce, es una delicia irresistible que combina lo mejor. Esta exquisitez helada no solo es un placer para el paladar, sino también una opción nutritiva que deleita a los amantes de las almendras y los postres por igual.
En la vasta gama de helados disponibles, el helado de almendra se destaca por su sabor único y su textura sedosa. Cada cucharada es un viaje sensorial, donde la cremosidad se entrelaza con el característico sabor y aroma de las almendras, creando una experiencia culinaria que perdura en la memoria.
Desde su primer bocado, este helado invita a explorar la riqueza de su sabor y la satisfacción de su textura suave y refrescante. Ya sea disfrutado solo en una cálida tarde de verano o como acompañamiento de otros postres, el helado de almendra es una opción versátil que siempre deja una impresión duradera en quienes tienen el placer de probarlo. ¡Vamos a la receta!
Ingredientes
1 taza (240 ml) de leche entera, 1 taza (240 ml) de crema de leche (nata para montar), 3/4 taza (150 g) de azúcar, 4 yemas de huevo, 1/2 cucharadita de extracto de almendra, 1/2 taza (75 g) de almendras picadas y tostadas.
Procedimiento
- Comienza con la preparación de la base del helado: en una cacerola, calienta la leche y la crema de leche a fuego medio hasta que comience a hervir. Retira del fuego y reserva. Luego, en un tazón grande, bate las yemas de huevo con el azúcar hasta que la mezcla esté suave y espumosa.
- Lentamente, vierte la mezcla de leche caliente sobre las yemas batidas, revolviendo constantemente para evitar que los huevos se cocinen. Transfiere la mezcla de nuevo a la cacerola y caliéntala a fuego medio-bajo, revolviendo constantemente, hasta que espese lo suficiente como para cubrir el dorso de una cuchara. Asegúrate de que no hierva.
- Ahora retira la cacerola del fuego y añade el extracto de almendra, mezclando bien. Deja que la mezcla se enfríe completamente a temperatura ambiente.
- Una vez que la mezcla esté completamente fría, viértela en tu máquina para hacer helado y sigue las instrucciones del fabricante para congelarla. Si no tienes una máquina para hacer helados, puedes verter la mezcla en un recipiente poco profundo y congelarla, batiendo vigorosamente cada 30 minutos para romper los cristales de hielo, hasta que adquiera una consistencia cremosa.
- Mientras el helado se está congelando, tuesta las almendras picadas en una sartén a fuego medio hasta que estén doradas y fragantes. Deja que se enfríen. Una vez que el helado esté casi listo, agrega las almendras tostadas y picadas, reservando algunas para decorar.
- Finalmente, transfiere el helado terminado a un recipiente apto para congelador y déjalo reposar en el congelador durante al menos 4 horas, o hasta que esté firme.
¡Y listo! Antes de servir, deja que el helado de almendra repose a temperatura ambiente durante unos minutos para que sea más fácil de servir. Puedes servirlo en boles individuales y decorar con algunas almendras tostadas adicionales si lo deseas. Como verás, puedes preparar esta delicia fácilmente. Recuerda, si tienes dudas o quieres aportar sugerencias de recetas, nos puedes contactar a cocinemosjuntosmdz@gmail.com te contestaremos a la brevedad.