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Rosquillas de anís: el acompañante ideal para tu café

Aprende paso a paso y fácilmente a preparar unas deliciosas rosquillas de anís con nuestra receta favorita e imbatible.

Napsix sábado, 7 de diciembre de 2024 · 20:03 hs
Rosquillas de anís: el acompañante ideal para tu café
Rosquillas de anís al estilo tradicional español Foto: Shutterstock

Las rosquillas de anís son un clásico de la repostería tradicional, muy arraigadas en diversas regiones de España y otros países. Su aroma inconfundible, resultado de la combinación de anís en grano y, en ocasiones, licor de anís, evoca recuerdos de celebraciones familiares y tardes de meriendas hogareñas. Estas pequeñas delicias, crujientes por fuera y ligeramente tiernas por dentro, destacan por su sabor delicado y su textura esponjosa.

Las rosquillas de anís tienen raíces en la cocina mediterránea y se preparan desde hace siglos, especialmente en celebraciones religiosas y festividades. Fuente: Shutterstock

La preparación de las rosquillas de anís es sencilla y económica, lo que las convierte en una receta accesible para cualquier ocasión. Los ingredientes principales, como harina, huevos, azúcar y anís, suelen ser básicos en la mayoría de las despensas, mientras que el método de elaboración no requiere equipos complicados, solo un poco de paciencia y cariño.

Perfectas para acompañar una taza de café o , estas rosquillas son también una excelente opción para disfrutar durante las festividades, como Semana Santa o Navidad, donde las recetas caseras cobran un significado especial. Además, su versatilidad permite adaptarlas al gusto personal, añadiendo toques como canela o ralladura de naranja.

Hacer rosquillas de anís en casa es más que cocinar: es una forma de preservar la tradición y compartir un momento dulce con los seres queridos. ¡Vamos a la receta!

Su forma de círculo representa unidad y eternidad, lo que las hace ideales para eventos familiares y tradiciones. Fuente: Shuttertsock

Ingredientes

500 g de harina de trigo (tamizada), 3 huevos, 150 g de azúcar, 100 ml de aceite de oliva suave, 100 ml de leche entera, 1 cucharada de anís en grano, 1 chorrito de licor de anís (opcional, 30 ml), 1 sobre de levadura química (polvo para hornear, 16 g), ralladura de 1 limón, una pizca de sal, aceite para freír (puede ser de girasol o de oliva suave), azúcar adicional para espolvorear.

 

Procedimiento

  1. En un bol grande, mezcla la harina tamizada con la levadura química y una pizca de sal. Agrega los granos de anís y la ralladura de limón para darle aroma. Reserva.
  2. En otro recipiente, bate los huevos con el azúcar hasta que obtengas una mezcla espumosa y de color más claro. Este paso es clave para darle esponjosidad a las rosquillas.
  3. Incorpora el aceite de oliva y la leche poco a poco, mezclando bien para que la masa quede uniforme. Si deseas un toque extra de sabor, añade el chorrito de licor de anís en este momento.
  4. Combina los ingredientes líquidos con los secos. Vierte los líquidos sobre la mezcla de harina y anís, y comienza a integrar todo con una cuchara de madera o tus manos. Amasa hasta obtener una masa suave y homogénea. Si la masa está demasiado pegajosa, puedes añadir un poco más de harina, pero evita excederte para que las rosquillas no queden duras.
  5. Cubre la masa con un paño limpio y déjala reposar durante 30 minutos. Este paso permitirá que los sabores se mezclen y que la masa tome mejor consistencia.
  6. Tras el reposo, toma pequeñas porciones de masa (aproximadamente del tamaño de una nuez) y forma bolitas. Luego, haz un agujero en el centro de cada bolita con tu dedo y estira ligeramente para formar una rosquilla.
  7. Calienta abundante aceite en una sartén profunda a fuego medio. Es importante que el aceite no esté demasiado caliente para evitar que las rosquillas se quemen por fuera y queden crudas por dentro.
  8. Fríe las rosquillas en pequeñas tandas para que no se enfríe el aceite. Déjalas dorar por ambos lados, dándoles la vuelta con cuidado. Retíralas con una espumadera y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
  9. Mientras las rosquillas aún estén calientes, pásalas por un plato con azúcar para que se adhiera bien. También puedes añadir un toque de canela si lo prefieres.
En el pasado, las rosquillas se consideraban un "dulce modesto", ya que sus ingredientes simples las hacían más accesibles y menos pesadas que otros postres de la época. Fuente: Shutterstock

Con estos ingredientes y sus cantidades rinden aproximadamente 25-30 rosquillas, dependiendo del tamaño. ¡Y a disfrutar! Recuerda, si tienes dudas o quieres aportar sugerencias de recetas, nos puedes contactar a cocinemosjuntosmdz@gmail.com te contestaremos a la brevedad.

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