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Pastel japonés de queso esponjoso: ingredientes y preparación

Aprende paso a paso y fácilmente a preparar un delicioso pastel japonés de queso con nuestra receta favorita e imbatible.

Napsix jueves, 5 de diciembre de 2024 · 18:02 hs
Pastel japonés de queso esponjoso: ingredientes y preparación
Trucos para hacer el ejor pastel japonés de queso Foto: Shutterstock

El pastel japonés de queso, conocido también como japanese cheesecake o soufflé cheesecake, es un postre que combina lo mejor de dos mundos: la rica cremosidad del cheesecake clásico y la ligereza de un soufflé. Originario de Japón, este pastel ha ganado popularidad en todo el mundo por su textura única, que es suave, aireada y casi etérea, gracias a la incorporación de claras de huevo batidas a punto de nieve.

Aunque es un postre japonés, su creación está influenciada por la repostería occidental, especialmente el cheesecake alemán y el suflé francés. Fue introducido en Japón en la década de 1960. Fuente: Shutterstock

A diferencia de los cheesecakes tradicionales, que suelen ser densos y pesados, el pastel japonés de queso destaca por su ligereza y su delicado sabor, que no empalaga. Este equilibrio lo convierte en un postre ideal para cualquier ocasión, ya sea una celebración especial o una tarde tranquila acompañada de una taza de .

La clave de su éxito radica en la técnica y la precisión. Desde la preparación al baño maría hasta la incorporación cuidadosa de las claras, cada paso es esencial para obtener el resultado perfecto: un pastel esponjoso, con un suave dorado en la superficie y una estructura que prácticamente se derrite en la boca.

Si buscas un postre elegante y delicioso que sorprenda a todos, el pastel japonés de queso es una opción que no falla. ¡Vamos a la receta!

A diferencia del cheesecake tradicional, el pastel japonés de queso contiene menos calorías porque utiliza menos azúcar y queso crema, y su textura aireada proviene de las claras batidas en lugar de crema espesa. Fuente: Shutterstock

Ingredientes

Para la base del pastel: 200 g de queso crema, preferiblemente a temperatura ambiente, 50 g de mantequilla sin sal, derretida, 100 ml de leche entera, tibia, 60 g de azúcar glass, 3 yemas de huevo, a temperatura ambiente, 1 cucharadita de esencia de vainilla, 60 g de harina de trigo, tamizada, 20 g de fécula de maíz tamizada, 1 pizca de sal.

Para las claras batidas: 3 claras de huevo, a temperatura ambiente, 70 g de azúcar granulada, 1/4 de cucharadita de crémor tártaro (opcional, para estabilizar las claras).

Extras: agua caliente, para el baño maría, papel encerado, para el molde.

 

Procedimiento

  1. Engrasa un molde redondo desmontable de 15-18 cm con mantequilla. Forra la base y las paredes con papel encerado para evitar que se pegue.
  2. En un recipiente grande, bate el queso crema hasta que esté suave y sin grumos. Incorpora la mantequilla derretida y mezcla hasta que esté homogéneo. Añade la leche tibia poco a poco y sigue batiendo.
  3. Agrega el azúcar glass, las yemas de huevo y la esencia de vainilla. Mezcla bien. Luego, tamiza la harina, la fécula de maíz y la pizca de sal directamente sobre la mezcla. Mezcla hasta que obtengas una masa suave y sin grumos.
  4. En un recipiente limpio y seco, bate las claras de huevo con el crémor tártaro (si lo usas) hasta que comiencen a espumar. Añade el azúcar granulada en tres tandas, batiendo constantemente, hasta que se formen picos firmes pero no secos.
  5. Incorpora 1/3 de las claras batidas a la mezcla base y mezcla suavemente con movimientos envolventes usando una espátula. Repite el proceso con el resto de las claras en dos tandas más, cuidando de no desinflar la mezcla.
  6. Vierte la mezcla en el molde preparado. Golpea suavemente el molde contra la superficie de trabajo para eliminar burbujas grandes de aire.
  7. Coloca el molde dentro de una bandeja para horno más grande y vierte agua caliente en la bandeja hasta que llegue a la mitad de la altura del molde.
  8. Precalienta el horno a 150 °C (300 °F). Hornea el pastel al baño maría durante 60 minutos. Luego, reduce la temperatura a 140 °C (285 °F) y hornea por 15-20 minutos adicionales. El pastel estará listo cuando al insertar un palillo en el centro salga limpio y la superficie esté dorada.
  9. Apaga el horno y deja el pastel dentro con la puerta entreabierta durante 30 minutos para evitar que se desinfle abruptamente. Luego, retíralo del baño maría y déjalo enfriar completamente a temperatura ambiente.
Aunque comenzó como un postre local, su fama se disparó en la última década gracias a las redes sociales, convirtiéndose en un fenómeno viral por su aspecto esponjoso y tembloroso. Fuente: Shutterstock


Una vez frío, desmolda con cuidado. Puedes espolvorear azúcar glass sobre la superficie para decorar. Sirve en rebanadas acompañado de frutas frescas o nata batida, si lo deseas. ¡Y a disfrutar! Recuerda, si tienes dudas o quieres aportar sugerencias de recetas, nos puedes contactar a cocinemosjuntosmdz@gmail.com te contestaremos a la brevedad.

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