El secreto para un merengue perfecto en tu Pavlova tropical
Aprende paso a paso y fácilmente a preparar una deliciosa Pavlova de frutas tropicales con nuestra receta favorita e imbatible.
La Pavlova de frutas tropicales es un postre delicado, elegante y lleno de frescura, perfecto para deleitar el paladar en ocasiones especiales o simplemente para disfrutar de un capricho dulce. Este clásico de la repostería, originario de Oceanía, se creó en honor a la célebre bailarina rusa Anna Pavlova, cuya gracia y ligereza inspiraron su elaboración.
La base de la Pavlova es un merengue aireado y crujiente por fuera, con un interior suave y esponjoso que se deshace en la boca. Esta textura única se combina con una generosa capa de nata batida y una colorida selección de frutas frescas. En su versión tropical, el postre cobra una nueva vida gracias a la incorporación de frutas exóticas como el mango, la piña, el kiwi, el maracuyá y las frambuesas, que aportan un balance perfecto entre dulzura y acidez.
Ideal para el verano o cualquier momento en el que se busque un postre ligero y refrescante, la Pavlova de frutas tropicales destaca no solo por su delicioso sabor, sino también por su presentación espectacular. Cada bocado es un equilibrio perfecto entre lo crujiente, lo cremoso y lo jugoso, convirtiéndola en un verdadero festín para los sentidos. ¡Vamos a la receta!
Ingredientes
Para el merengue: 4 claras de huevo (a temperatura ambiente), 220 g de azúcar granulada, 1 cucharadita de fécula de maíz, 1 cucharadita de vinagre blanco o jugo de limón, 1 cucharadita de extracto de vainilla.
Para el relleno: 250 ml de nata para batir (mínimo 35% de grasa), 2 cucharadas de azúcar glass, 1 cucharadita de extracto de vainilla.
Para decorar: 1 mango maduro, pelado y cortado en tiras, 2 kiwis, pelados y cortados en rodajas, 1 fruta de la pasión (maracuyá), pulpa con semillas, 1 piña pequeña, pelada y cortada en trozos pequeños, 1 puñado de frambuesas frescas, hojas de menta fresca (opcional).
Procedimiento
- Precalienta el horno a 150°C (300°F). Cubre una bandeja de horno con papel pergamino y dibuja un círculo de aproximadamente 20 cm de diámetro como guía para el merengue. Dale la vuelta al papel para evitar que el lápiz toque la comida.
- Coloca las claras de huevo en un bol limpio y seco. Bate a velocidad media hasta que se formen picos suaves. Comienza a añadir el azúcar, una cucharada a la vez, batiendo después de cada adición hasta que el merengue esté firme y brillante (este proceso puede tardar unos 7-10 minutos).
- Tamiza la fécula de maíz sobre el merengue y añade el vinagre y la vainilla. Incorpóralos suavemente con una espátula, utilizando movimientos envolventes para mantener el aire en la mezcla.
- Vierte el merengue sobre el círculo dibujado en el papel pergamino. Con la parte posterior de una cuchara, extiende la mezcla formando un montículo y creando un ligero hueco en el centro, que servirá para el relleno.
- Introduce el merengue en el horno precalentado y reduce la temperatura a 120°C (250°F). Hornea durante 90 minutos. Una vez horneado, apaga el horno y deja el merengue dentro hasta que se enfríe por completo (esto evita que se agriete).
- Mientras el merengue se enfría, bate la nata para batir con el azúcar glass y la vainilla hasta obtener picos suaves. Ten cuidado de no batir en exceso, ya que podría cortarse.
- Cuando el merengue esté completamente frío, transfiérelo con cuidado a un plato o base para servir. Extiende la nata batida sobre el hueco del merengue, dejando los bordes ligeramente expuestos.
- Coloca las tiras de mango, rodajas de kiwi, trozos de piña y frambuesas sobre la nata de manera decorativa. Añade la pulpa de maracuyá para un toque exótico y ácido. Si deseas, decora con unas hojas de menta para un acabado fresco.
Asegúrate de que el bol y las varillas estén completamente limpios y libres de grasa. Incluso una pequeña cantidad de grasa puede impedir que las claras monten adecuadamente. Usa frutas maduras y de temporada para lograr el mejor sabor.
La Pavlova ensamblada debe consumirse de inmediato para disfrutar su textura crujiente. Sin embargo, puedes preparar el merengue con un día de anticipación y guardarlo en un recipiente hermético. ¡Y a disfrutar! Recuerda, si tienes dudas o quieres aportar sugerencias de recetas, nos puedes contactar a cocinemosjuntosmdz@gmail.com te contestaremos a la brevedad.