Receta fácil de pasteles de lava de chocolate: el postre perfecto

Los pasteles de lava de chocolate son un postre exquisito y decadente que ha conquistado a amantes del chocolate en todo el mundo. Este delicioso manjar combina una textura suave y esponjosa por fuera con un centro líquido y derretido que recuerda a la lava de un volcán, creando una experiencia única en cada bocado. La magia de este postre radica en su preparación, que permite lograr una capa exterior perfectamente cocida mientras el interior se mantiene fundido, como un verdadero "corazón de chocolate". Ideal para cenas especiales, celebraciones o simplemente para consentirse en cualquier momento, los pasteles de lava de chocolate son un verdadero deleite para los sentidos.

Además, su preparación es más sencilla de lo que parece, lo que los convierte en una opción accesible para quienes quieren impresionar a sus invitados sin complicarse demasiado en la cocina. Puedes acompañarlos con una bola de helado de vainilla o una generosa capa de nata batida para realzar su sabor y hacer de este postre un verdadero lujo. Con su combinación de ingredientes sencillos y el toque final de magia en el horno, los pasteles de lava de chocolate son el cierre perfecto para cualquier comida. ¡Vamos a la receta!

Ingredientes

200 g de chocolate amargo o semiamargo (con un contenido de cacao del 60-70%), 100 g de mantequilla sin sal, 50 g de azúcar (puedes usar azúcar moreno para un toque más caramelizado), 2 huevos grandes, 2 yemas de huevo, 1 cucharadita de extracto de vainilla, 60 g de harina de trigo, 1 pizca de sal, 1 cucharadita de cacao en polvo sin azúcar (opcional, para intensificar el sabor a chocolate), mantequilla derretida (para engrasar los moldes), azúcar glass (para decorar), helado de vainilla o nata batida (opcional, para acompañar).

 

Procedimiento

1. En primer lugar, engrasa bien los moldes donde vas a hornear los pasteles. Usa mantequilla derretida y un pincel de cocina para cubrir todo el interior de los moldes. Luego, espolvorea una ligera capa de cacao en polvo o harina, y asegúrate de que todo quede bien cubierto. Esto ayudará a que los pasteles se desmolden sin dificultad. Puedes colocar los moldes en el refrigerador mientras preparas la masa para asegurarte de que la mantequilla se asiente.
2. Coloca el chocolate en trozos y la mantequilla en un recipiente apto para microondas o en un recipiente para baño maría. Si usas microondas, calienta en intervalos de 30 segundos, removiendo cada vez, hasta que el chocolate y la mantequilla estén completamente derretidos y bien integrados. Si prefieres el baño maría, pon el recipiente con chocolate y mantequilla sobre una cacerola con agua caliente (pero sin que toque el agua). Remueve hasta obtener una mezcla suave.
3. En un bol grande, bate los huevos y las yemas con el azúcar y la pizca de sal, usando una batidora eléctrica o varillas manuales. El objetivo es que la mezcla se vuelva espesa y pálida. Esto puede tardar entre 2 y 5 minutos, dependiendo de la velocidad de la batidora.
4. Una vez que el chocolate y la mantequilla se hayan derretido y enfriado ligeramente (pero aún estén líquidos), añade el extracto de vainilla a la mezcla de chocolate. Luego, incorpora lentamente esta mezcla de chocolate derretido en la mezcla de huevo y azúcar. Remueve con suavidad para que se integren bien los ingredientes, asegurándote de que la mezcla quede homogénea.
5. Tamiza la harina y el cacao en polvo (si decides usarlo) directamente sobre la mezcla líquida. Integra la harina con una espátula, moviendo de abajo hacia arriba, hasta que no haya restos de harina visibles y la mezcla esté completamente suave.
6. Vierte la mezcla de chocolate en los moldes preparados, llenándolos hasta aproximadamente 3/4 de su capacidad. No los llenes completamente, ya que necesitan espacio para subir mientras se hornean.
7. Precalienta el horno a 200°C (390°F) durante unos 10 minutos. Coloca los moldes en el horno y hornea durante 12-14 minutos, dependiendo del tamaño de los moldes y la potencia de tu horno. Los pasteles deben tener una capa exterior firme, pero el centro debe estar ligeramente tembloroso cuando los muevas. El tiempo exacto puede variar, así que es importante no sobrehornearlos.

Saca los pasteles del horno y deja que reposen durante unos 2 minutos. Luego, pasa un cuchillo por los bordes de los moldes para despegar los pasteles y colócalos cuidadosamente en platos individuales. Espolvorea con azúcar glass para decorar.

Sirve los pasteles de lava de chocolate con una bola de helado de vainilla o un poco de nata batida fresca al lado. ¡La combinación de lo caliente del pastel con lo frío del helado es irresistible!

Este delicioso postre te asegurará una explosión de sabor en cada bocado, y con estos detalles y pasos precisos, no hay forma de que no salgan perfectos. ¡Y a disfrutar! Recuerda, si tienes dudas o quieres aportar sugerencias de recetas, nos puedes contactar a cocinemosjuntosmdz@gmail.com te contestaremos a la brevedad.