Receta fácil de pollo a la parmesana: ideal para cenas familiares
Aprende paso a paso y fácilmente a preparar un delicioso pollo a la parmesana con nuestra receta favorita e imbatible.
El pollo a la parmesana es un plato tradicional italiano que combina sabores y texturas en una deliciosa armonía. Este clásico se caracteriza por pechugas de pollo empanadas y doradas, cubiertas con una rica salsa de tomate y gratinadas con una mezcla de quesos parmesano y mozzarella. Su origen se atribuye a la región de Emilia-Romaña en Italia, donde el uso de quesos, especialmente el parmesano, es prominente en muchas recetas. Este plato evoca la comodidad de la cocina casera italiana y es perfecto para ocasiones especiales o cenas familiares.
El proceso de preparar pollo a la parmesana puede parecer laborioso, pero es sorprendentemente sencillo con los pasos adecuados. Las pechugas se empanan y se fríen hasta obtener una corteza dorada y crujiente, luego se cubren con una salsa de tomate aromática, y finalmente se gratinan en el horno hasta que el queso esté burbujeante y dorado. Este plato suele servirse con pasta, una ensalada fresca o pan de ajo, ofreciendo una experiencia completa y satisfactoria. El pollo a la parmesana es infalible ya que encanta tanto a niños como a adultos, y su combinación de ingredientes hace que cada bocado sea inolvidable. ¡Vamos a la receta!
Ingredientes
Para el pollo empanado: 4 pechugas de pollo deshuesadas y sin piel (aproximadamente 150-200 g cada una), sal y pimienta negra al gusto, 1 taza de harina de trigo, 2 huevos grandes, batidos, 1 taza de pan rallado o panko, ½ taza de queso parmesano rallado (preferiblemente fresco).
Para la salsa de tomate: 2 cucharadas de aceite de oliva extra virgen, 1 cebolla pequeña, finamente picada, 2 dientes de ajo, finamente picados, 1 lata (400 g) de tomates triturados (puedes usar tomates frescos si prefieres), 1 cucharadita de azúcar (opcional, para reducir la acidez), sal y pimienta negra al gusto, 1 cucharadita de orégano seco, 1 puñado de hojas de albahaca fresca, picadas (opcional).
Para ensamblar y gratinar: 1 taza de queso mozzarella rallado, ¼ taza de queso parmesano rallado, hojas de albahaca fresca para decorar (opcional).
Procedimiento
- Precalienta el horno a 200°C (392°F).
- Cubre una bandeja para hornear con papel aluminio y engrásala ligeramente con aceite de oliva.
- Coloca las pechugas de pollo entre dos hojas de papel film y golpea con un mazo para carne hasta que tengan un grosor uniforme de aproximadamente 1.5 cm. Esto asegura una cocción pareja.
- Sazona las pechugas con sal y pimienta por ambos lados.
- Prepara tres platos hondos: uno con harina, otro con los huevos batidos, y el último con una mezcla de pan rallado y ½ taza de queso parmesano.
- Pasa cada pechuga por la harina, cubriéndola completamente y sacudiendo el exceso.
- Luego, sumerge en el huevo batido, asegurándote de que quede bien cubierta.
- Finalmente, pasa la pechuga por la mezcla de pan rallado y parmesano, presionando ligeramente para que el empanado se adhiera bien.
- Calienta una sartén grande con suficiente aceite a fuego medio-alto. Cuando el aceite esté caliente, fríe las pechugas empanadas de 3 a 4 minutos por cada lado, hasta que estén doradas y crujientes. No es necesario que el pollo se cocine completamente, ya que terminará de cocinarse en el horno. Coloca las pechugas en una bandeja para hornear preparada con papel de cocina para absorber el exceso de aceite.
Prepara la salsa de tomate
- En una cacerola, calienta el aceite de oliva a fuego medio. Agrega la cebolla y cocina hasta que esté transparente, aproximadamente 5 minutos.
- Añade el ajo y cocina por 1 minuto más, sin dejar que se queme.
- Incorpora los tomates triturados, el azúcar (si usas), sal, pimienta y orégano. Cocina a fuego lento durante 10-15 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que la salsa espese.
- Al final de la cocción, añade la albahaca fresca y ajusta la sazón según tu gusto.
Ensambla el pollo a la parmesana
- Coloca una capa de salsa de tomate sobre cada pechuga de pollo frita.
- Espolvorea generosamente con queso mozzarella rallado y un poco más de parmesano.
- Lleva la bandeja al horno y hornea durante 15-20 minutos, o hasta que el queso esté derretido y burbujeante, y el pollo esté completamente cocido. Puedes encender el modo grill los últimos 2-3 minutos para dorar el queso.
Saca el pollo del horno y déjalo reposar unos minutos antes de servir. Decora con hojas de albahaca fresca y sirve el pollo a la parmesana acompañado de pasta, una ensalada verde o pan de ajo.
Este pollo a la parmesana tiene una textura crujiente por fuera y un interior jugoso, cubierto con una salsa de tomate aromática y un gratinado de queso que lo hace irresistible. ¡Y a disfrutar! Recuerda, si tienes dudas o quieres aportar sugerencias de recetas, nos puedes contactar a cocinemosjuntosmdz@gmail.com te contestaremos a la brevedad.